Las escenas donde gente gritaba contra al gobierno se repitieron en las grandes ciudades de todo el país, pero el epicentro tuvo lugar en la histórica Plaza de Mayo.
p>En La Plata hubo una importante convocatoria sobre 12 entre las calles 50 y 53, con autos que circularon alrededor de la plaza tocando bocinas y haciendo flamear banderas celestes y blancas. <A diferencia de las anteriores protestas no hubo pancartas contra el aborto, y se vieron pocos carteles con consignas que hicieran alusión al reclamo central, o a los otros reclamos.
El dato que debería observar “la política” tuvo que ver con la masividad de la convocatoria (teniendo en cuenta que en La Plata las concentraciones no suelen ser tan fuertes como en Rosario o Córdoba), el clima de bronca que no fue canalizado por alguna expresión partidaria nítida, y el tono más o menos moderado que hubo.
Es decir: no se distinguían terraplanistas, ni gente que gritara rabiosamente, ni se veía a personas desaforadas haciendo gala de alguna que otra graciosa extravagancia.
En general, claro está. Porque los desbordes emocionales están en todas partes y suelen expresarse cada vez que hay este tipo de convocatorias. Incluso se vio gente preocupada por la libertad en Formosa. Pero el vacunagate se llevó casi todas las quejas y la bronca.
La protesta comenzó cerca de las 16 y cuando caía el sol se fueron retirando los vecinos y las vecinas que se habían acercado a alzar su voz.
