Trágica pelea entre barras de Gimnasia y Estudiantes: la verdadera historia

En esta nota te contamos todos los detalles de la pelea salvaje entre facciones de las hinchadas de Gimnasia y Estudiantes que terminó con siete heridos. Aquí, la verdadera historia...

25-03-2025 - Por Primera Página

Trágica pelea entre barras de Gimnasia y Estudiantes: la verdadera historia

Las hinchadas de Gimnasia y Estudiantes, lideradas desde hace años por Cristian Camilleri e Iván Tobar, eran un “ejemplo de civilidad”, así entre comillas, en el oscuro universo tribunero del fútbol argentino, se debate hace tres décadas entre la mierda.

Casi no había peleas entre las hinchadas del Lobo y el Pincha y tampoco entre facciones de barras bravas de cada club. Todo parecía controlado y los encontronazos entre hinchas eran más de ocasión e individuales que institucionales. Nunca pasaron a mayores.

Iván Tobar hablaba con PrimeraPagina.info sobre la reinauguración de Plaza San Martín, cuando se enteró del desastre en el hospital San Roque de Gonnet.


La falopa, las entradas, el merchandising y otras formas de "embolsar fortunas negras desde las tribunas", no habían logrado opacar la tranquila relación entre los “Voladores” y los “Ivancitos”. Cada uno hacía la suya y nadie rompía la calma.


Una historia de amor desató el tsunami


Pero como en casi todos los órdenes de la vida, una historia de amor rompió las reglas establecidas y desató un verdadero tsunami, donde se mezclaron las pasiones futboleras, la UOCRA, los negocios y la estupidez humana.

Por esas cosas del destino, uno de los nietos del Pata, hijo de Any Medina, la heredera artista del ex líder de la UOCRA platense, cuyo nombre es Kevin Uriel Parrado, inició un noviazgo con una hija de Cristian “Volador” Camilleri.

Esa inocente relación de amor fue la llama que inició el incendio que hoy nadie puede apagar. Kevin se transformó en un jugador fuerte de la interna en la familia Medina, acompañando a su tío Puli en la lucha de poder por el comando del sindicato de los constructores.

Enfrente, y con el Pata ya retirado de la escena sindical de manera activa, estaba Iván Tobar, que dejó la conducción de los paravalanchas de 1 y 55 en manos de gente de su máxima confianza, para dar rienda suelta a su ilusión gremial.

Entonces, entre cenas y mates, Kevin fue convenciendo a su suegro de sumarse a la aventura sindical de ganarle la UOCRA a Iván Tobar y de paso, picotearle la tribuna rojiblanca para debilitarlo. Al Volador le cerró la idea y se prendió como pulga al perro.

Los primeros escarceos agarraron a Tobar distraído y descreído de las intenciones bélicas de la nueva familia tripero-constructora. “El Volador es inteligente y sabe que meterse en eso es una locura que podría poner en juego su liderazgo en la tribuna azul y blanca”, pensó Tobar y se lo dijo a sus íntimos.

Pero los hechos fueron marcando su error de análisis. La parte “anti Pata” de la familia Medina lo atropelló como tren al zorrino y dio por iniciada la guerra. Entonces Iván, que no es de los que retroceden así nomás, decidió darles batalla.

Así se fueron sucediendo peleas callejeras, encontronazos en obras, tiros, puntazos y trompadas en escenarios públicos como las calles de Punta Lara, Ensenada y La Plata, así como enfrentamientos masivos en la Puerta 4 de YPF, con varios heridos.

Otro episodio cinematográfico ocurrió hace dos años en la Parrilla Seba, de 127 y Camino Vergara, en plena localidad ensenadense de El Dique. Allí, se enfrentaron las bandas destrozando el lugar y trasladando los disturbios a varias cuadras, hasta las puertas de la Comisaría Ensenada Tercera, de 122 y 47.

En todos los casos, sobran videos mostrando la barbarie, pero nunca le han puesto el cascabel al gato. En La Plata, Berisso y Ensenada, hay más heridos por peleas entre ambas facciones de la UOCRA que en accidentes de tránsito.


El cruce en Atalaya


De esta forma salvaje llegamos a la tarde de ayer, cuando en el Parador Atalaya, en plena Ruta 2 a la altura de Chascomús, se encontraron regresando de un finde largo Iván Tobar y el hermano de Cristian Camilleri. Este último agredió verbalmente a Tobar y casi se van a las manos. El Pincha le prometió al tripero seguirla en La Plata.

El ambiente volvió a caldearse. El Volador amenazó a Iván en las redes y sabía dónde encontrarlo. Esta mañana, cuando el gobernador Axel Kicillof y el intendente Julio Alak reinauguraban la Plaza San Martín de La Plata, Iván Tobar estaba allí invitado por el municipio y el Volador lo sabía.

Casi al finalizar el acto, llegó el Volador acompañado de medio centenar de barras a la zona de 6 y 51. Aunque se trataba de un acto cerrado al público, solo para invitados especiales y con un fuerte operativo de seguridad, Camilleri y sus 50 "amigos" entraron sin ningún impedimento y como Pancho por su casa, a pesar de no estar en los listados.

El que dejó pasar a Camilleri y sus 50 forajidos, lo hizo para arruinarles el acto a Alak y Kicillof”, dijo una fuente inobjetable al portal PrimeraPagnia.info. “El entorno del Volador es un grupo de gente con la cabeza quemada por las drogas, incluído él, mientras que el otro no se droga y es más inteligente”, amplió la misma fuente.

"Alguien le avisó al Volador que en el acto de hoy estaba Tobar, entonces se juntó una bandita y fue a encararlo. Nadie lo frenó, aunque la plaza estaba perimetrada. Tobar, que se encontraba solo, se alejó del lugar para evitar un enfrentamiento y Camilleri decidió maltratar verbalmente a Alak, exigiéndole contratos y cooperativas para su sector”, señalaron las fuentes.

Luego, se retiraron del lugar con la premisa de buscar a Tobar en la sede de la UOCRA de 526 y 23. Pero fueron separados. Entonces, alertados de lo ocurrido en la Plaza San Martín, seguidores de Tobar decidieron actuar también y en 14 y 36 encontraron a Fernando Sacconi, alias “Fernandito”, que iba en su moto.

Al mano derecha del Volador lo cruzaron a varillazos de hierro, lo tiraron de la moto, le pegaron varios puntazos en la cola y mientras se desgraciaba en plena calle, lo filmaron y patearon (ver video en nuestras redes sociales). Terminó en el hospital San Roque de Gonnet.

Enterado el Volador, reunió a su tropa, fueron al hospital a ver cómo estaba Fernandito y enardecido decidió convocar a más seguidores para ir a ajusticiar a Tobar en la UOCRA. Pero alguien le avisó a la gente de Iván, que cayeron masivamente al nosocomio donde estaban Cristian Camilleri y sus matones.

Allí se desató el caos. Tiros, armas blancas, palos, trompadas, piedras y sangre, ilustraron de la peor manera la zona de la Guardia del San Roque. La guerra dejó al menos siete heridos, algunos graves, entre ellos el Volador, que pelea por su vida en el quirófano del Gonnet.