Pandemia

Abran todo y no usen barbijos, que así nos come el bicho: COVID evoluciona para transmitirse por aire

La Organización Mundial de la Salud (OMS) avaló los descubrimientos de los expertos sobre las partículas llamadas aerosoles, gotas respiratorias que se esparcen en el aire cuando una persona habla, tose, estornuda, se ríe o incluso respira. La más chica puede flotar durante horas en el aire y los científicos afirman que son responsables de la expansión de la pandemia de coronavirus.

Por eso se insiste en realizar las actividades al aire libre y la ventilación de los ambientes. Y el equipo de salud que está expuesto a la alta concentración de aerosoles, que deban utilizar máscaras con filtros de alta eficiencia”, explicó el médico infectólogo Pablo Bonvehí, jefe de la Sección Infectología y Control de Infecciones del CEMIC, al portal Infobae. 

Un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, demostró que las personas infectadas con el virus que causa el COVID-19 exhalan virus infecciosos en su aliento, y que las personas infectadas con la variante Alfa (la cepa dominante que circulaba en el momento en que se inició este estudio) libera entre 43 y 100 veces más virus en el aire que las personas infectadas con las cepas originales. 

Además, los investigadores también descubrieron que las telas holgadas y las mascarillas quirúrgicas reducían a la mitad la cantidad de virus que entraba en el aire alrededor de las personas infectadas, según se publicó en la revista Clinical Infectious Diseases

“Nuestro último estudio proporciona una prueba más de la importancia de la transmisión por el aire. Sabemos que la variante Delta que circula ahora es aún más contagiosa que la variante Alfa. Nuestra investigación indica que las variantes siguen mejorando en su viaje por el aire, por lo que debemos proporcionar una mejor ventilación y usar máscaras ajustadas, además de la vacunación, para ayudar a detener la propagación del virus”, precisó el doctor Donald Milton, profesor de salud ambiental en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland (UMD SPH). 

“El virus de la nariz y la boca podría transmitirse mediante la pulverización de grandes gotas cerca de una persona infectada. Pero nuestro estudio muestra que el virus en los aerosoles exhalados aumenta aún más”, resaltó. Estos importantes aumentos del virus en el aire de las infecciones por Alpha se produjeron antes de la llegada de la variante Delta e indican que el virus está evolucionando para viajar mejor por el aire. 

Los barbijos redujeron significativamente las partículas cargadas de virus en el aire alrededor de la persona con coronavirus, y bajó su cantidad en aproximadamente un 50%, pero tampoco impidieron que el virus circulara en el aire, por eso los expertos remarcan la importancia de no descuidar las medidas de bioseguridad como el distanciamiento social y el uso de mascarillas.  

“Descubrimos que las pequeñas partículas permanecen en el aire un orden de magnitud más largo de lo que se pensaba”, afirmó el doctor Alfredo Soldati, autor de un estudio de la Universidad Técnica de Viena, en colaboración con la Universidad de Padua, en Italia.  

Hay una razón sencilla para ello: la velocidad de evaporación de las partículas no viene determinada por la humedad relativa media del ambiente, sino por la humedad local directamente en el lugar donde se encuentra la gota”, agregó. 

Esto significa que las partículas pequeñas son infecciosas durante más tiempo del que se suponía, pero eso no debe ser motivo de pesimismo”, afirmó Alfredo Soldati. “Sólo nos muestra que hay que estudiar estos fenómenos de forma correcta para entenderlos. Sólo entonces podremos hacer recomendaciones científicamente sólidas, por ejemplo, en lo que respecta a los barbijos o mascarillas y las distancias de seguridad”, concluyó el especialista. Fuentes: lamovidaplatense.com y 0221.com.ar