El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió su informe mensual el 1° de septiembre de 2023, confirmando oficialmente que la región ya está experimentando un fenómeno climático de "El Niño". Esto se debe a que durante las últimas semanas, la temperatura del océano Pacífico se ha mantenido por encima del umbral requerido para este fenómeno, y la atmósfera ha comenzado a responder a este calentamiento.

El fenómeno "El Niño-Oscilación del sur" (ENOS), conocido como "El Niño", es un evento climático natural con ciclos que varían entre dos y siete años. Sus efectos tienen alcance global y pueden variar según la región del planeta y la temporada en que se manifieste.

Para el trimestre de septiembre a noviembre de 2023, los pronósticos indican que existe un 99% de probabilidad de que las condiciones de "El Niño" persistan, según el informe del SMN.

En Argentina, los fenómenos ENOS han sido estudiados desde la década de 1960, y se han registrado 21 de estos eventos durante la primavera. Estas observaciones proporcionan una comprensión profunda de cómo afecta "El Niño" al clima del país durante esta temporada.

Por lo general, en primaveras bajo la influencia de "El Niño", aumenta tanto la frecuencia como la intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro-este y norte de Argentina, con especial impacto en provincias como Misiones, Corrientes y el norte de Santa Fe. Estas áreas suelen experimentar un mayor riesgo de inundaciones, crecidas de ríos y tormentas intensas.

Por otro lado, en la provincia de Buenos Aires, el sur del Litoral y el noroeste de la Patagonia, las primaveras con "El Niño" tienden a ser más lluviosas. Sin embargo, en el oeste de la Pampa Húmeda, este fenómeno suele traducirse en precipitaciones inferiores a la media.

Para La Plata, se espera que las precipitaciones sean más intensas a partir de mediados de octubre y noviembre, con alrededor de 30 milímetros adicionales por mes, según Mauricio Saldívar, director del área de Hidrometeorología de la Municipalidad. Además, se anticipa que el verano no será tan caluroso como el año anterior, con temperaturas en general dentro de lo normal y la posibilidad de algunas olas de calor, pero sin alcanzar los niveles extremos de calor observados recientemente.