Los choferes de colectivo en el conurbano bonaerense están viviendo momentos de terror. Una ola de ataques violentos, que incluyen asaltos a mano armada, apuñalamientos y hasta mutilaciones, ha puesto en jaque la seguridad de estos trabajadores. Los hechos, cada vez más frecuentes y violentos, han llevado a los gremios a exigir medidas urgentes por parte de las autoridades.
Las modalidades de los ataques son diversas y cada vez más cruentas. Desde robos simples hasta agresiones físicas con armas blancas y de fuego, los delincuentes no dudan en utilizar cualquier medio para obtener sus objetivos. La impunidad y la falta de controles han generado un clima de inseguridad que atemoriza a los conductores y a los pasajeros.
Ante esta situación, los choferes han salido a las calles a reclamar medidas de seguridad más efectivas. Entre las demandas, se encuentran la instalación de cámaras de seguridad en las unidades, la presencia de personal policial en las paradas y la creación de corredores seguros. Las empresas de transporte, por su parte, han expresado su preocupación y han ofrecido colaborar con las autoridades para encontrar una solución a este grave problema.