Otra vez IOMA: más de 300 nenes podrían quedarse sin terapias en un centro de rehabilitación

25-08-2021   Por: Primera Página

Augusto es un nene que tiene el amor de toda su familia y gente cercana, y que se rehabilita en un centro llamado CRIA (Centro de Rehabilitación Infantil Ambulatoria) desde que tiene 6 meses de edad, por lo que sus terapistas y aquel lugar son lo corriente para él. Pero por inoperancia de terceros, tanto él como otros 300 chicos quedarían sin sus terapias por causa de IOMA.

p>Gisela, la mamá, habló con PRIMERA PÁGINA y explicó que la situación es “catastrófica”. Su hijo de tan sólo 8 años mielomeningocele, hidrocefalia y escoliosis paralítica, y por ese motivo asiste a CRIA en 11 entre 64 y 65, ya que tiene parálisis de la cintura para abajo.

Pero pese a ser una gran ayuda para su vida, su mamá recibió un mensaje demoledor, tanto para ella como para el resto de los padres de los cientos de chicos que asisten y reciben día a día los cuidados que necesitan.

Screenshot_2

Según explicó, el viernes de la semana pasada recibieron un mensaje que anunciaba el posible cierre. “Si los conflictos con IOMA no se solucionan, Augusto y 300 niños más se quedarían sin las terapias a partir del 1 septiembre. Todo es porque IOMA no está queriendo recibir las facturaciones ni abonar desde abril”, contó.

Y agregó que desde el centro “no pueden afrontar la grave situación económica, por ende no pueden seguir dando las terapias. Y si nos quedamos sin eso, sería catastrófico para todos, chicos y padres”.

A raíz de esta situación, Augusto debió comenzar un tratamiento psicológico. “Todo esto lo atrasa a nivel motriz y pedagógico, él viene atrasado en el tema cognitivo, pese a tener acompañante terapéutica”, dijo Gisela.

phpO4Hv5G_d38d5

En cuando al lugar, explicó: “No hay otro centro integral con todas las terapias tan completo completo como CRIA, vienen chicos de todos lados. Es un centro único en la ciudad, ya que brinda terapia ocupacional, fonoaudiología, estimulación temprana, kinesiología, estimulación visual, psicopedagogía, psicología y trabajo social”.

Por último, comentó que vienen “peleando con IOMA” desde hace tiempo, ya que Augusto debe usar reciprocador para poder caminar, corset por su escoliosis, prótesis cortas para que sus pies y sus músculos no se deformen para los costados, aparte de su silla de ruedas. “Con todo eso estuvimos tres años tratando de que IOMA nos autorice las cosas”.

La calidad de vida de Augusto y la de 300 chicos más está en manos de una obra social que pese a los incesantes reclamos, hace oídos sordos y continúa con una política que sólo los lastima y los atrasa, ignorando sus necesidades y despojándolos de sus derechos.