Cientos de historias se ven día a día en las redes sobre animales abandonados o que están en la calle, pero sólo algunos tienen finales felices, como merecen todos. 

"Voy a contarles cómo lo conocí, para que si alguien anda buscando perro, piense en Juan, que es un gran partido, un buenazo total", comenzó explicando aquella odisea que comenzó en 19 y 38. "Apareció pidiendo mimos que le fueron dados. El tema es que Juan parecía confianzudo, con ganas de meterse en el auto. Con dolor en el corazón rechacé sus embates y sin mirar atrás fui a hacer las compras", dijo. 

Pero no terminó ahí. Cuando volvió, el perro sin nombre hasta ese momento lo vio y empezó a mover la cola, alegre por verlo regresar al mismo lugar, y una vez que abrió la puerta, entró corriendo al auto con una confianza descomunal y tierna. 

El perrito tenía una historia previa. Al parecer se había enamorado de una perra que vivía en una casa, la dueña lo adoptó, pero cuando se mudó lo dejó solo. Juan siguió yendo, a la espera del encuentro que nunca volvería a ser y con una fidelidad que pocos merecen. 

El día que se encontraron Pepo y Juan fue un tanto mágico. Esa noche se largó a llover y el perro no quiso saber nada con bajarse, e incluso se durmió en el asiento trasero del auto, aunque Pepo tenía en mente ponerlo en adopción, pero no encontraba a nadie que pudiera darle asilo. 

Así fue hasta que se le ocurrió que un amigo suyo podía tenerlo unos días, pero tampoco puede quedárselo de manera definitiva porque se dedica a dar tránsito a otros animales continuamente. Allí pide salir al patio para ir al baño, no hace lío, no ladra y duerme en una camita improvisada, quizás soñando con el día en que consiga una familia definitiva. 

"Por eso: si alguien busca un perro muy bueno, súper dócil y muy tranquilo, tamaño mediano (de 4 años, según estimó la veterinaria: ya le estamos haciendo las vacunas y demás) escríbame por favor por este medio!", pidió @pepogaray en su cuenta de Twitter, quien busca a alguien que pueda darle un hogar a su nuevo amigo de cuatro patas.