El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) ya es una realidad en Argentina. A través de su reciente reglamentación, el Gobierno busca impulsar el desarrollo económico del país a través de la atracción de grandes inversiones extranjeras y nacionales.
Con el RIGI, el Gobierno busca fomentar la inversión en sectores estratégicos como la energía, minería, tecnología y turismo, entre otros. Los beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios ofrecidos a los inversores buscan crear un entorno más atractivo para la radicación de capital extranjero y la generación de empleo.
No todos los proyectos pueden acceder a los beneficios del RIGI. Para ser elegible, un proyecto debe superar los 200 millones de dólares de inversión y estar enfocado en uno de los sectores estratégicos definidos por el Gobierno. Además, las empresas deberán cumplir con ciertos requisitos y presentar un plan de inversión detallado.
El RIGI ofrece una serie de beneficios atractivos para los inversores, entre los que se destacan:
Las empresas interesadas en acceder a los beneficios del RIGI tienen un plazo de dos años para presentar sus solicitudes. Este plazo busca dar tiempo a las empresas para analizar las condiciones del régimen y preparar sus proyectos de inversión.
El Gobierno argentino espera que el RIGI sea un catalizador para el crecimiento económico y la generación de empleo. Al ofrecer un marco regulatorio estable y atractivo para los inversores, se busca posicionar a Argentina como un destino atractivo para la inversión extranjera directa.