El 4 de julio ha sido declarado como el día más caluroso de la historia, con un promedio global de temperatura de 17,18°C, según los Centros Nacionales de Predicción Medioambiental del NOAA, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

Mientras tanto, en Montevideo, Uruguay, la escasez de agua potable debido a la sequía de los últimos meses es evidente. Estos eventos destacan la persistencia de la crisis climática y el inminente acercamiento del fenómeno El Niño.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado un informe para aclarar el estado actual del fenómeno, ante la confusión generada por informaciones que afirmaban que El Niño ya estaba presente. Según los especialistas, el fenómeno aún no se ha desencadenado oficialmente, pero existe un 90% de probabilidades de que ocurra.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) retomó el informe de la OMM y afirmó que "se encuentran presentes las condiciones necesarias para su desarrollo". Describieron el estado actual como una Transición Fase Niño y lo compararon metafóricamente con un embarazo, afirmando que aún falta tiempo para el nacimiento completo del fenómeno.

NO, EL NIÑO AÚN NO SE DECLARÓ OFICIALMENTE, PERO HAY QUE ESTAR PREPARADOS@WMO detalló que en el Pacífico ecuatorial se registran condiciones asociadas al fenómeno, pero no significa que ya esté presente.

¿Cómo afecta a nuestro país? ¿Contribuye al calentamiento del planeta???

— SMN Argentina (@SMN_Argentina) July 5, 2023

El fenómeno climático conocido como El Niño está asociado con el aumento de temperaturas en algunas regiones del mundo, así como con sequías y lluvias en diferentes partes del planeta, como resultado de la crisis climática global.

Se espera que durante el segundo semestre de 2023, El Niño se desarrolle por completo y su intensidad sea moderada. Según el SMN, a nivel mundial, El Niño "contribuye al aumento de la temperatura global, sumándose al calentamiento global causado por la actividad humana".

En cuanto a los efectos del fenómeno en nuestra región, el SMN señala que durante las primaveras y veranos, "aumentará la frecuencia e intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro y norte de Argentina". Esto podría resultar en un incremento de la probabilidad de inundaciones, crecidas de ríos, tormentas intensas, deslizamientos de tierra, entre otras consecuencias.

El acercamiento de El Niño plantea nuevos desafíos en términos de adaptación y resiliencia frente a los eventos climáticos extremos. La atención y la preparación adecuada son clave para minimizar los impactos negativos y proteger a las comunidades afectadas.