Macron llama a la unidad política en Francia tras elecciones divisivas, enfrentando desafíos internos
Emmanuel Macron rompió su silencio tras los resultados de las elecciones legislativas en Francia, que dejaron una Asamblea Nacional dividida entre el Nuevo Frente Popular de izquierda, el campo presidencial Juntos, y la Reunión Nacional de extrema derecha. Antes de partir a la cumbre de la OTAN en Washington, Macron publicó una carta abierta en la prensa regional instando a las fuerzas democráticas moderadas a unirse en una amplia coalición para gobernar el país, excluyendo tanto a la extrema derecha de Marine Le Pen como a la ultraizquierda de Jean-Luc Mélenchon.
En su llamado, Macron enfatizó la necesidad de construir compromisos entre las fuerzas políticas que defienden las instituciones republicanas, el Estado de derecho, el parlamentarismo, una orientación europea y la independencia francesa. Reconoció que ninguna fuerza ganó de manera clara en las urnas y subrayó que solo una suma de fuerzas republicanas moderadas puede representar una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Las reacciones no se hicieron esperar, con Marine Le Pen denunciando lo que llamó "un circo indigno" por parte del presidente, y Jean-Luc Mélenchon acusando a Macron de negarse a aceptar los resultados electorales. Laurent Wauquiez, presidente de Los Republicanos, rechazó la idea de participar en coaliciones gubernamentales, mientras que Macron dejó abierta la posibilidad de nombrar un nuevo primer ministro basado en eventuales acuerdos políticos.
El gobierno de Gabriel Attal continuará gestionando los asuntos corrientes hasta que se forme una nueva coalición, mientras Macron sostiene su papel como "maître des horloges", el dueño del tiempo en la política francesa.