En el tranquilo kibutz Beeri, a escasos tres minutos de la tensa frontera con la Franja de Gaza, reside Vivian Silver. Canadiense de origen y residente en Israel desde hace cinco décadas, Silver es una de las fundadoras destacadas de Nashim osot shalom (Mujeres Activas por la Paz). Esta organización, integrada por mujeres de diversas etnias y religiones, surgió tras el conflicto bélico entre Israel y Gaza en 2014 y tiene alcance global, incluyendo una presencia activa en Argentina. En una entrevista con el documentalista Tim Samuels, Silver expresó su firme convicción de que la violencia debe cesar y de la importancia del diálogo como medio para alcanzar la paz.
Además de su compromiso con el movimiento pacifista, Silver trabajaba con organizaciones palestinas y facilitaba el traslado de pacientes con cáncer desde Gaza a hospitales israelíes de forma voluntaria. Su enfoque en la dignidad y el reconocimiento de la identidad nacional de ambos pueblos refleja una postura de "sionista condicional", en la que aboga por el derecho del pueblo judío a un Estado siempre y cuando se garantice el mismo derecho para los palestinos.
A pesar de vivir bajo la constante amenaza de misiles y cohetes debido a su proximidad a Gaza, Silver nunca vaciló en su compromiso con la paz y su deseo de un futuro en el que sus nietos pudieran crecer sin miedo y en un ambiente de coexistencia pacífica. Sin embargo, el fatídico 7 de octubre de 2023, su familia recibió un mensaje angustiante que indicaba un ataque terrorista en Beeri. La tragedia golpeó duramente a la comunidad, pero también fortaleció el compromiso de su hijo por continuar el legado de su madre en la búsqueda de la paz.
En Argentina, Adriana Potel, miembro activo de Mujeres Activas por la Paz desde hace ocho años, relata cómo el movimiento se vio afectado por los ataques del 7 de octubre y cómo esto impulsó una renovada determinación por parte de sus integrantes para seguir adelante con su lucha por la paz.
Mujeres Activas por la Paz, una organización pluralista y no partidaria, ha logrado un crecimiento significativo en visibilidad y apoyo tanto a nivel nacional como internacional. Su colaboración con el movimiento hermano de mujeres palestinas, Mujeres del Sol, refleja un esfuerzo conjunto por promover la igualdad de género y la justicia social como pilares fundamentales para la paz en la región.
La demanda de inclusión de las mujeres en los procesos de negociación, en línea con la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sigue siendo una prioridad para estas organizaciones. Potel destaca que la participación de las mujeres en las negociaciones de paz ha demostrado generar resultados más duraderos y efectivos en conflictos armados en todo el mundo.
A pesar de los desafíos y las pérdidas sufridas, Mujeres Activas por la Paz y Mujeres del Sol continúan su incansable trabajo por una solución pacífica al conflicto israelí-palestino. Su nominación al Premio Nobel de la Paz y el reconocimiento internacional destacan la importancia y la relevancia de su labor en la búsqueda de la paz en la región.
La paz será o no seremos: este es el mensaje contundente que estas mujeres transmiten al mundo, reafirmando su compromiso inquebrantable con un futuro de convivencia pacífica y justicia para todos en la región.
Fuente: infobae.com