
¿Querés saber el secreto para que cualquier picada, brunch o merienda tenga ese toque que todos comentan? Hay una preparación tan simple como rica, que puede convertir cualquier pan, galleta o verdura cruda en un manjar. Pero ojo, no hablamos de una salsa cualquiera. Estamos hablando de la famosa crema de queso casera, una receta versátil que no falla nunca.
Esta versión rápida y fácil se prepara en minutos, sin ingredientes raros ni pasos complicados. Y lo mejor: podés adaptarla a tu gusto. Si querés saber cómo se hace, quedate que te lo cuento paso a paso.
La crema de queso es esa pasta suave, untuosa y con un sabor que combina con todo. Se puede usar en tartas saladas, como relleno de canapés o para acompañar tostadas y bagels. Sirve tanto para lo dulce como para lo salado. Por eso es una de esas recetas versátiles que nunca está de más tener a mano.
Además, hacerla casera tiene una ventaja clave: evitás los conservantes de los productos industriales y podés ajustar la textura y el sabor como más te guste.
250 g de queso crema natural (a temperatura ambiente)
50 ml de crema de leche (nata para montar)
1 cucharadita de jugo de limón
Sal a gusto
Opcional: cebollino picado, ajo en polvo, pimienta blanca, hierbas secas o lo que tengas a mano
Poné el queso crema en un bol grande.
Sumá la crema de leche de a poco, mientras batís con varillas (pueden ser manuales o eléctricas).
Agregá el jugo de limón y una pizca de sal.
Seguís batiendo hasta que la mezcla quede lisa y bien cremosa.
Si querés un plus de sabor, sumale especias o hierbas a gusto.
Guardala en un frasco hermético en la heladera. Se conserva hasta 5 días.
Esta crema de queso es un comodín: va bien con galletas saladas, crudités (zanahoria, apio, pepino), panes tostados o incluso frutas. Si tenés una picada improvisada o querés sumar algo más al desayuno, esta receta te salva.
Valor nutricional (por porción aproximada):
Calorías: 120
Grasas: 11 g
Proteínas: 3 g
Carbohidratos: 2 g
Todo depende, claro, de las marcas y porciones que uses.
La próxima vez que armes una tabla de quesos, un brunch con amigues o un snack para mirar series, probá esta crema de queso. En menos de lo que tardás en calentar agua para el mate, tenés una preparación casera, rica y personalizable. Lo simple, cuando está bien hecho, también sorprende.
Y vos, ¿ya sabés con qué vas a acompañar tu próxima crema de queso?