
¿Sabías que un simple lunar puede salvarte la vida? Lo que al principio parece inofensivo puede esconder uno de los tipos más peligrosos de cáncer de piel: el melanoma. En esta nota te contamos cómo las nuevas tecnologías están cambiando la forma de detectarlo a tiempo, y por qué un chequeo puede marcar la diferencia.
¿Qué es el melanoma?
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que, aunque no es el más común, sí es el más agresivo. Suele aparecer como un lunar nuevo o como un cambio en uno que ya tenías. Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, en 2022 se detectaron más de 330.000 casos nuevos en todo el mundo.
Lo preocupante es que muchas veces pasa desapercibido. Por eso, los dermatólogos recomiendan prestar atención a cualquier manchita o lunar que cambie de forma, color o tamaño. Y sobre todo, hacerse un chequeo anual.
¿Por qué aparece el melanoma?
El sol es uno de los grandes culpables. Exponerse sin protección, especialmente en la infancia o con quemaduras solares, aumenta muchísimo el riesgo. Pero no es el único factor: tener piel muy clara, muchos lunares o antecedentes familiares también suma puntos para estar atentos.
La clave está en la detección
La doctora María José Pelli, dermatóloga formada en la UBA y en la Erasmus University de Países Bajos, lo resume fácil: “El chequeo anual de lunares es imprescindible, sobre todo si tenés antecedentes o sos de piel clara. Cualquier lunar que sea asimétrico, con bordes irregulares, de color raro o de más de 6 mm, hay que mirarlo bien”.
También menciona una regla fácil de recordar: ABCDE
A: Asimetría
B: Bordes irregulares
C: Color variado
D: Diámetro mayor a 6 mm
E: Evolución (si cambia)
Tecnología al servicio de la piel
Acá entra en juego lo nuevo: sistemas como el FotoFinder están revolucionando la detección del melanoma. Este aparato, disponible en centros como CEMEDYT, hace un mapeo digital de toda tu piel y con ayuda de inteligencia artificial detecta lesiones sospechosas en minutos.
Según el doctor Andrés Politi, del CEMIC, “el FotoFinder ayuda mucho a seguir de cerca los lunares en personas con muchos factores de riesgo. Detecta cambios mínimos y evita procedimientos innecesarios”.
No reemplaza al dermatólogo, pero es un gran complemento para tener un diagnóstico más preciso y rápido.
¿Entonces qué hago?
Usá protector solar todos los días, incluso en invierno.
Evitá el sol fuerte entre las 11 y las 16 hs.
No uses camas solares.
Revisá tu piel una vez por mes.
Hacete un control anual con un dermatólogo.
Y si ves algo raro, no lo dejes pasar. El melanoma, detectado a tiempo, se puede tratar con éxito. Pero ignorarlo... puede ser otra historia.
No te quedes con la duda: ¿cuándo fue la última vez que te revisaste los lunares?