
Esa es la pregunta que muchos se hacen cuando conocen la historia de la supermodelo británica Daphne Selfe, considerada la modelo más longeva del mundo. Pero lejos de fórmulas mágicas o tratamientos costosos, su respuesta sorprende por su simpleza: hábitos constantes, una buena alimentación y una actitud positiva. En esta nota te contamos cómo lo logra y qué podés aprender vos para aplicar ya mismo.
Daphne Selfe no sigue dietas de moda, ni cuenta calorías. En una entrevista con la revista Women’s Health, dijo que su alimentación es natural, basada en alimentos que cualquiera tiene en casa. ¿Uno de sus infaltables? El brócoli. Sí, el de toda la vida. “No es mi favorito, pero me gusta”, confesó. Desde chica lo come, porque su familia lo cultivaba en el jardín.
Y no es casualidad. El brócoli está lleno de beneficios: tiene vitamina C, K, ácido fólico, potasio y antioxidantes. Todo eso ayuda a prevenir el envejecimiento de la piel, cuidar los huesos y el corazón. Es un superalimento silencioso que suma mucho.
Uno de sus pilares diarios es la hidratación. “Tomo mucha agua”, dijo Daphne sin vueltas. Puede sonar básico, pero no todos lo hacen. Estar bien hidratado mejora la piel, da energía y hasta ayuda a pensar mejor. Según expertos en hidratación y ejercicio, tomar agua suficiente es igual de clave que comer bien o moverse todos los días.
A los 96 años, sigue moviéndose. Tiene una bici fija en su casa y hace ejercicios con pesas. Nada loco, pero todos los días. ¿Su inspiración? Una mujer de 98 años que armó su propio gimnasio en Nueva York. Si eso no es motivador, ¿qué lo es?
Además, Daphne asegura que bailar y andar a caballo le cambiaron la vida. Empezó de grande, pero le dieron felicidad y energía. “Siempre hay tiempo para probar cosas nuevas”, dice. Y tiene razón.
En su rutina de belleza tampoco hay vueltas. Usa crema Nivea, de las de toda la vida. No se maquilla mucho y siempre se limpia la cara antes de dormir. Sencillo, efectivo. Nada de diez pasos, ni productos raros.
“Mi longevidad no es magia”, aclara. Es sentido común. Dormir bien, comer simple, moverse, reírse. Y no obsesionarse con la edad. Daphne Selfe muestra que envejecer con gracia es posible. Y que lo importante no es tener una vida perfecta, sino una vida vivida.
¿La clave final? No tenerle miedo al paso del tiempo. Porque como dice ella: “La vida es lo que hacés con ella”.
Y vos, ¿ya arrancaste con esos pequeños cambios?