
¿Sabías que criar a un perro o gato ya no es solo darles de comer y un lugar para dormir? El pet parenting es una forma de cuidar a tus animales como verdaderos miembros de la familia. Pero, ¿qué significa esto para la salud física y emocional de perros y gatos? Te contamos todo para que puedas entender y aplicar lo mejor para tu compañero de cuatro patas.
El pet parenting es un cambio de paradigma en la relación con las mascotas. No basta con cubrir sus necesidades básicas: alimentación y techo. Se trata de acompañarlos en su crecimiento emocional, social y cognitivo. Esto implica dedicarles tiempo, afecto y atención especial, casi como si fueran hijos.
Especialistas como el veterinario etólogo Omar Robotti explican que esta crianza incluye entender su forma de comunicarse, respetar sus tiempos y brindarles un entorno seguro. No es solo amor, es responsabilidad.
La salud física de perros y gatos depende en gran parte de la nutrición adecuada, especialmente en los primeros meses de vida. Durante esta etapa sensible, una dieta equilibrada ayuda a desarrollar músculos, huesos y órganos fuertes. Además, impacta en su capacidad para aprender y socializar.
Pero no alcanza con la comida. La salud emocional también es clave. El vínculo que creás con tu mascota influye en su comportamiento y bienestar. Según expertos como el Dr. Juan Enrique Romero, el 80% del comportamiento final de un perro depende del ambiente que le damos los humanos.
Una crianza sin cuidado emocional puede generar ansiedad, miedo o agresividad. Por eso, es importante evitar el hiperapego y respetar los espacios y características propias de cada especie. Los perros y gatos no son humanos, aunque vivan con nosotros.
No separar a cachorros y gatitos antes de los 60 días, para que aprendan con su madre y hermanos.
Socializarlos desde temprano, exponiéndolos a diferentes personas y lugares con paciencia y cariño.
Ofrecer una dieta específica para su edad y especie, con la ayuda de un veterinario.
Respetar su forma de comunicarse y sus límites, evitando confundirlos con exigencias humanas.
Dedicarles tiempo de calidad, jugando, paseando y acompañándolos sin distracciones.
El pet parenting no solo mejora la calidad de vida de tu perro o gato, sino que también fortalece el vínculo que los une. Una mascota sana y feliz genera un ambiente familiar más armonioso. Además, invertir en su cuidado desde el inicio puede prevenir problemas físicos y emocionales en el futuro.
Como dice el veterinario especialista Marcelo Zysman, “si invertís, vas a cosechar”: respeto, confianza y un compañero fiel que disfruta su vida a tu lado.