
¿Sabías que con solo tres ingredientes podés preparar uno de los acompañamientos más ricos y versátiles que existen? Esperá a ver cómo un plato tan simple puede transformar una comida entera.
Los champiñones salteados con ajo y perejil son una receta clásica que nunca falla. Es ideal si querés sumar sabor sin complicarte, o si estás empezando a cocinar y buscás algo rápido y fácil que parezca de restaurante. Acá te mostramos cómo hacerla en pocos pasos y sin vueltas.
Este plato no solo es sabroso: también es liviano, saludable y va con todo. Podés servir estos champiñones salteados como guarnición de una carne, arriba de unas pastas, o incluso solos, con un chorrito de limón. Además, es vegetariano y se adapta a cualquier dieta.
Lo mejor es que se cocina todo en una sola sartén, sin ensuciar de más. En 15 minutos tenés algo riquísimo en la mesa, sin necesidad de experiencia previa en la cocina.
250 gramos de champiñones frescos
2 dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva
Un manojo de perejil fresco
Sal y pimienta a gusto
Limpiá los champiñones con un paño húmedo o bajo agua fría. Secalos bien y cortalos si son grandes.
Picá el ajo y el perejil finito.
Calentá la sartén con el aceite de oliva a fuego medio-alto.
Sumá los champiñones y cocinalos unos 5 minutos, revolviendo cada tanto, hasta que estén doraditos.
Agregá el ajo y cociná 1 minuto más, cuidando que no se queme.
Apagá el fuego y echá el perejil picado. Mezclá bien.
Condimentá con sal y pimienta. ¡Listo para servir!
Usá champiñones frescos, no enlatados. El sabor y la textura cambian muchísimo.
Si querés darle un toque más intenso, sumá unas gotas de jugo de limón justo al final.
Para una opción más completa, podés mezclar estos champiñones salteados con arroz, fideos o tostadas.
Guardala en un recipiente hermético en la heladera. Dura bien 2 días. Para recalentarlos, usá la misma sartén a fuego bajo: así recuperan su textura sin quedar gomosos.
Sí. Cada porción tiene unas 110 calorías, con grasas buenas del aceite de oliva y poquitos carbohidratos. Perfecto si estás cuidando lo que comés pero no querés resignar sabor.
En resumen: esta receta de champiñones salteados con ajo y perejil es el comodín perfecto. No importa si cocinás todos los días o solo cuando tenés hambre: te saca del apuro con sabor, con pocos ingredientes y sin vueltas.