¿Es posible extender la expectativa de vida y vivir más años con buena salud? La respuesta empieza a aparecer gracias a un nuevo estudio que sorprendió a la comunidad científica. ¿Pero qué hicieron para lograrlo y qué significa esto para nosotros? Vamos por partes.

Durante el último siglo, la expectativa de vida humana aumentó mucho gracias a avances en salud pública, medicina y nutrición. Pero el envejecimiento sigue siendo un límite que todavía no sabemos cómo superar del todo. Ahora, un estudio reciente con ratones mostró que se puede extender la vida hasta un 30% y mejorar la salud al mismo tiempo. ¿Querés saber cómo?

El estudio, realizado por el Instituto Max Planck en Alemania, probó una combinación de dos fármacos que ya se usan en medicina clínica: la rapamicina y el trametinib. En ratones, esta mezcla extendió la expectativa de vida hasta un 34,9% en hembras y un 27,4% en machos. Pero lo más importante no fue solo que vivieron más, sino que también se mantuvieron más saludables: menos inflamación, menos tumores y mejor función muscular.

¿Por qué funciona esta combinación? Ambos medicamentos actúan en una vía molecular relacionada con el metabolismo y la respuesta al estrés celular, pero en lugares distintos. Al juntarlos, generan un efecto sinérgico que potencia los beneficios y activa mecanismos nuevos para frenar el envejecimiento.

Además, otro estudio en Singapur enfocó en bloquear una proteína llamada interleucina 11 (IL11), que está vinculada a la inflamación crónica que acompaña al envejecimiento. Al usar anticuerpos contra esta proteína, lograron extender la expectativa de vida en ratones un 22% y un 25%, y además mejoraron la fuerza muscular y redujeron signos de fragilidad.

Estos hallazgos abren una puerta enorme: la inflamación persistente podría ser una de las causas principales del envejecimiento, y al controlarla, se puede extender la vida útil de forma saludable.

Sin embargo, aunque los resultados con ratones son prometedores, los expertos aclaran que no se pueden trasladar directamente a humanos. La edad biológica es diferente a la cronológica y depende de muchos factores como genética, ambiente y hábitos. Lo que sí es claro es que estas investigaciones marcan un camino para buscar terapias que ayuden a vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.

En resumen, estos estudios no prometen que vamos a vivir décadas extra, pero sí que se está cerca de encontrar formas de extender la expectativa de vida humana alrededor de un 30%, manteniendo el cuerpo y la mente en buen estado por más años.

¿Será cuestión de tiempo para que estas terapias lleguen a nosotros? Por ahora, la ciencia en ratones está abriendo la puerta, pero la espera para aplicar esto en humanos continúa.