06/06/2025 - Edición Nº5207

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¿Por qué dormir bien puede proteger tu cerebro?

04/06/2025 14:00 | Dormimos todos los días. Pero… ¿sabés realmente qué pasa en tu cerebro mientras dormís? Lo que descubrió la neuropsicóloga Lucía Crivelli.



Dormimos todos los días. Pero… ¿sabés realmente qué pasa en tu cerebro mientras dormís? Lo que descubrió la neuropsicóloga Lucía Crivelli podría cambiar para siempre la forma en que pensás el descanso. Porque el sueño no es solo “cerrar los ojos”, sino un proceso clave que puede ayudarte a fortalecer la memoria, regular tus emociones y hasta prevenir enfermedades como el Alzheimer.
¿Querés saber cómo funciona?


El sueño no es descanso pasivo: tu cerebro labura de noche


La doctora Lucía Crivelli, en una charla con Julieta Puente para El Puente de Infobae, explicó que el sueño tiene fases bien marcadas. En las etapas no REM, el cerebro limpia, repara y selecciona lo que guarda en la memoria. En la fase REM, soñás y tu actividad cerebral se dispara como si estuvieras despierto.

Y ojo a este dato: mientras dormís, se activa el sistema glinfático. ¿Qué hace? Limpia proteínas tóxicas que se van acumulando en el cerebro. Si no dormís bien, esas proteínas (como la tau y la beta amiloide) pueden quedarse dando vueltas... y eso se relaciona con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Sí, dormir bien es una forma de prevención de enfermedades neurodegenerativas.


¿Te despertás angustiado? Puede ser culpa de tus sueños


A veces te levantás bien. Otras, hecho pelota. ¿Por qué? Según Crivelli, eso depende de lo que procesaste mientras dormías. El cerebro usa la noche para reorganizar emociones, recuerdos y sensaciones. Si reviviste un recuerdo denso, lo más probable es que te levantes con angustia.

Además, durante el sueño, estructuras cerebrales como la corteza prefrontal y el cíngulo regulan la amígdala, que maneja emociones fuertes como el miedo o la bronca. Dormir poco o mal te deja más reactivo. Más sensible. Más cruzado.


¿Dormís mal? Ojo a estos síntomas


Dormir mal no es normal. Si roncás mucho, te despertás varias veces, o dormís ocho horas y al día siguiente no podés con tu alma, andá a ver a un especialista. Crivelli señala tres señales de alerta: somnolencia diurna, insomnio y despertares frecuentes.

El estudio que te puede ayudar se llama polisomnografía. Sirve para ver si hay problemas para conciliar el sueño, mantenerlo o si hay apneas. “Las apneas son comunes, sobre todo en personas con sobrepeso”, dijo.


Hábitos que mejoran tu descanso (y tu vida)


Para que el sueño haga su trabajo, tenés que ayudarlo. ¿Cómo?

  • Bajá la temperatura del cuarto: entre 18° y 22°.

  • Apagá las pantallas al menos una hora antes.

  • Usá ropa cómoda, limpia, solo para dormir.

  • Hacé de tu cama un espacio de descanso, no una oficina.

Y la siesta, si la hacés, que sea corta (20 minutos) y temprano (tipo 14:00). Si dormís más o muy tarde, te va a costar pegar un ojo de noche.

Crivelli lo resume así: “Dormir bien es esencial para la salud cerebral, la estabilidad emocional y la prevención de enfermedades. No es algo secundario”.