
¿Y si en pocos años empezamos a vivir más rápido de lo que envejecemos? Esa es la pregunta que lanzó Ray Kurzweil, el reconocido exingeniero de Google, al afirmar que para 2029 podríamos alcanzar la velocidad de escape de longevidad. ¿Qué significa eso? Que por cada año que pase, podríamos ganar más de un año de vida. O sea: dejar de envejecer como lo conocemos.
Kurzweil no es un loquito suelto. Es un tipo con un historial largo de predicciones acertadas: anticipó el WiFi, las computadoras portátiles, la computación en la nube y hasta que una computadora le ganaría al campeón mundial de ajedrez. Todo eso, antes de que ocurriera. Por eso, cuando habla, muchos en el mundo de la tecnología le prestan atención.
Hoy, gracias a los avances médicos, ganamos unos cuatro meses de vida por cada año que pasa. Pero según Kurzweil, dentro de pocos años, ese ritmo va a acelerar tanto que vamos a ganar un año completo de longevidad por cada año vivido. Así, el tiempo biológico se vuelve un juego de suma.
Kurzweil lo explicó así: “Después de 2029, vas a recuperar más de un año. Vas a retroceder en el tiempo”.
Kurzweil cree que sí, y no está solo. En paralelo, científicos están investigando cosas que suenan a ciencia ficción, como relojes nucleares que casi no se atrasan nunca, o la posibilidad de pausar el desarrollo embrionario humano, algo que podría cambiar la medicina reproductiva.
Además, el avance de la inteligencia artificial está acelerando los descubrimientos. Según Kurzweil, ya no hacen falta años para diseñar un tratamiento. “La vacuna del COVID tardó diez meses en salir, pero se diseñó en dos días”, contó. La clave está en usar IA para analizar millones de combinaciones posibles en muy poco tiempo.
Ahora, ojo: Kurzweil también admite que vivir más no significa ser inmortal. “Podés tener 10 años y un futuro largo por delante, pero igual podrías morir mañana”, dijo. Y más importante: no todos van a tener acceso a estas tecnologías. Hoy mismo, enfermedades tratables como la tuberculosis siguen matando a miles de personas en todo el mundo.
Otra idea fuerte de Kurzweil es que, en los años ‘30, vamos a poder fusionar nuestro cerebro con la nube. Dice que eso va a permitirnos superar los límites biológicos de la mente humana. No hace falta conectar todo el cerebro: solo las capas más inteligentes, que se comunican con el resto.
Según él, esto no es ciencia ficción. Es el próximo paso natural. “La tecnología es una extensión del pensamiento humano”, asegura. Y lo explica en su nuevo libro The Singularity is Nearer, una continuación del clásico The Singularity is Near.
¿Entonces? ¿Llegamos a 2029 con la chance de frenar el envejecimiento o es solo otra predicción loca? Todavía no lo sabemos. Pero lo cierto es que los avances en longevidad, IA y medicina ya están cambiando lo que significa envejecer. Y capaz, en unos años, también lo que significa ser humano.