
¿El bicarbonato en la heladera realmente funciona o es un mito? La respuesta te puede sorprender. Te contamos lo que dice la ciencia y cómo usarlo bien para que no sigas perdiendo tiempo con métodos que no sirven.
Abrís la heladera y te llega ese olor raro. Revisás todo, pero no encontrás nada en mal estado. Entonces te acordás del clásico tip casero: poner un poco de bicarbonato de sodio en un pote abierto para neutralizar olores. ¿Pero funciona de verdad o es solo un mito popular?
Según Christine Bergman, experta en Nutrición y Ciencia de Alimentos de la Universidad de Nevada, el bicarbonato puede neutralizar olores ácidos, como los que salen de lácteos, frutas o carnes en mal estado. Su efecto se basa en que es una sustancia alcalina, y cuando se encuentra con compuestos ácidos, los neutraliza, volviéndolos menos volátiles y, por lo tanto, menos olorosos.
Eso sí: la misma Bergman aclara que no hay muchos estudios que prueben su efectividad exacta dentro de la heladera. Es decir, puede ayudar, pero no es magia.
Los olores en la heladera no siempre vienen de algo podrido a la vista. Frutas como manzanas o bananas largan gases como el etileno, que aceleran la maduración y pueden generar olores. Las carnes y pescados, cuando se descomponen, liberan compuestos como azufre y amoníaco, que también se impregnan fácilmente en el aire cerrado.
Incluso si limpiaste hace poco, esos compuestos pueden quedarse en estantes o bandejas. Por eso, aunque el bicarbonato ayuda, la limpieza es la base para que no se junte el mal olor.
Para que funcione en serio, tenés que dejar el bicarbonato en un recipiente abierto dentro de la heladera. Así tiene mayor contacto con el aire y puede absorber mejor los olores. No alcanza con dejarlo en la caja cerrada.
Un buen truco: poné media taza en un frasquito sin tapa y dejalo en el estante del medio.
Importante: cambialo cada 30 días, porque después se satura y deja de absorber. No lo uses para cocinar después de eso.
El bicarbonato de sodio no solo absorbe olores. Su textura ligeramente abrasiva lo hace ideal para limpiar manchas secas o restos pegados. Podés mezclarlo con un poco de agua y hacer una pasta. Pasás eso con una esponja por las paredes de la heladera y listo: queda limpia y sin olor.
Sí, sirve como ayuda, pero no reemplaza la limpieza. El bicarbonato de sodio es una herramienta útil para neutralizar olores de forma parcial y mantener un mejor ambiente dentro de la heladera, pero no va a hacer milagros si hay comida vencida o derrames escondidos.
El consejo final de Christine Bergman es claro: usalo como complemento, no como única solución.