
“Estamos al borde del caos total”. Con esas palabras, Sergei Lavrov, canciller ruso, volvió a prender todas las alarmas. Pero no lo dijo solo. Aseguró que fue el propio Putin quien advirtió que la Tercera Guerra Mundial podría estar muy cerca.
¿Qué está pasando exactamente? ¿Por qué Rusia apunta directamente a EEUU? ¿Y cómo se conecta esto con los últimos ataques a Irán? A continuación, te explicamos todo, sin vueltas.
En una entrevista reciente, Sergei Lavrov repitió una frase del presidente Vladimir Putin: “La Tercera Guerra Mundial podría estar muy cerca”. Lo hizo después de que EEUU bombardeara tres instalaciones nucleares en Irán: Fordow, Natanz e Isfahan. Según Washington, fueron ataques de precisión ordenados por Donald Trump para frenar el avance nuclear iraní.
Pero desde Moscú ven otra cosa: para Lavrov, estos ataques son una violación total del derecho internacional. Dijo que si los países deciden cuándo actuar “sin mirar la Carta de la ONU, entonces el mundo ya no tiene reglas, sino solo caos”.
Porque no es solo Irán. Putin ya había dicho días atrás que ve “un gran potencial de conflicto” en Ucrania y en Oriente Medio. Para él, el mundo está acumulando tensiones que podrían explotar en cualquier momento.
Además, desde el Kremlin señalan que muchos países no aprueban lo que hizo EEUU, y que los ataques a Irán podrían empeorar todo: no destruyeron las instalaciones nucleares, pero sí provocaron una reacción internacional peligrosa. Incluso hay rumores de que algunos países estarían dispuestos a armar nuclearmente a Irán como respuesta.
Lavrov también apuntó contra la Unión Europea, especialmente contra sus líderes. Los acusó de tener una postura “agresiva” contra Rusia, de usar a Ucrania como herramienta política, y de “tragarse el sabotaje” en los gasoductos Nord Stream.
Dijo que las sanciones económicas a Rusia están golpeando más a Europa que al Kremlin, y que los propios europeos ya están pagando el precio con inflación, crisis energética y descontento social.
Por ahora, Putin se mantiene en silencio sobre el último ataque a Irán. Pero su vice en el Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, fue claro: lo de EEUU no funcionó, y lo único que logró fue aumentar el riesgo global.
Mientras tanto, el canciller iraní viaja a Moscú para buscar apoyo y tratar de frenar una escalada mayor. Según él, se cruzó “una línea roja muy grande”.
La frase de Putin no es menor. Tampoco el contexto. Con conflictos abiertos en varias regiones, el uso del término ya no suena a exageración. Por ahora, todo depende de cómo actúen las potencias en las próximas semanas.