
Los finalistas no sabían lo que iba a pasar. Y cuando todo se reveló, nadie pudo contener la emoción. A pocos días de la gran final de Gran Hermano, los últimos cuatro jugadores recibieron una sorpresa que les cambió el ánimo y el enfoque en la recta final: los excompañeros volvieron a ingresar a la casa para dejarles mensajes de apoyo y afecto. Un momento emotivo, lleno de recuerdos y reconciliaciones, que nadie esperaba.
Los cuatro finalistas —Ulises Apóstolo, Eugenia Ruiz, Luz Tito y Santiago "Tato" Algorta— fueron trasladados por producción al SUM, sin saber qué pasaba en el living. Mientras tanto, en grupos pequeños, los 27 exparticipantes fueron entrando uno a uno al corazón de la casa con una misión: escribir en una pizarra palabras de aliento para quienes llegaron al final.
Primero aparecieron Chiara Mancuso, Jenifer Lauría y Giuliano Vaschetto, conocidos como Los Causa, quienes encabezaron la movida. Después se sumaron otros exjugadores como Luciana Martínez, Lucía Patrone, Catalina Gorostidi, Petrona Jerez, Keila Sosa, Luca Figurelli y Juan Pablo "Devi" De Vigili. Aunque no hubo contacto físico, los finalistas veían todo desde una pantalla. Llantos, risas, bailes y abrazos se mezclaron en una tarde cargada de nostalgia.
Uno de los momentos que más repercutió fue cuando Eugenia Ruiz leyó el mensaje de Devi, con quien había tenido una fuerte discusión antes de su salida. “Apoyación amiga. Está todo bien”, escribió él. Ese gesto tocó a Eugenia, que ya había expresado preocupación por ese conflicto no resuelto.
Por otro lado, Ulises fue uno de los más mencionados en los mensajes de la pizarra. “Siento que me bancan”, dijo el cordobés, emocionado. Además, Luz y Tato, integrantes del llamado Tridente, también recibieron el respaldo de jugadoras clave como Martina Pereyra y Lucía Patrone.
Después de la actividad, los finalistas volvieron al living. Allí, descubrieron una caja cubierta con tela negra y un moño dorado. Al destaparla, encontraron una urna transparente llena de billetes. A través de la pantalla, el conductor Santiago del Moro les anunció que el premio total supera los 120 millones de pesos. El dinero se repartirá entre el primero, segundo y tercer puesto. “Es de ustedes. Después se verá el porcentaje para cada uno”, les dijo.
No todos los exparticipantes estuvieron presentes. Selva Pérez —recientemente eliminada— no entró porque estaba en el estudio como panelista del debate. Tampoco se vio a Sandra Priore, Claudio Di Lorenzo ni Juliana Furia Scaglione, aunque en el caso de Sandra, ya había participado en un ingreso especial el día anterior.
Con la final a la vuelta de la esquina, este reencuentro fue un regalo emocional para los finalistas y un cierre simbólico para quienes quedaron en el camino. Fue también una forma de mostrar que, más allá de quién gane, todos dejaron algo en la casa. Y lo que pasó esa tarde, no se va a olvidar fácil.