

¿Sabías que dejar de comer por ciertas horas puede mejorar tu salud? El ayuno intermitente está en boca de todos, pero ¿qué hay de verdad y qué es solo mito? En esta nota te contamos, con datos claros y fáciles de entender, qué es este patrón de alimentación y cuáles son sus beneficios reales, según la nutricionista Sol Vázquez.
El ayuno intermitente no es algo nuevo. De hecho, todos ayunamos cada día sin darnos cuenta, por ejemplo, cuando dormimos y no comemos durante la noche. Lo que cambia es que este patrón de alimentación propone hacer esas pausas de manera controlada para ayudar al cuerpo a funcionar mejor.
Sol Vázquez explica que este método no es para cualquiera: “No lo recomiendo para personas con bajo peso, mujeres embarazadas o en lactancia, ni para quienes atraviesan situaciones de desnutrición”. Por eso, antes de probarlo, es clave consultar a un profesional.
¿Por qué hacer ayuno intermitente? Durante el ayuno, el cuerpo activa un proceso llamado autofagia, que es como una limpieza interna: elimina células dañadas o viejas para que las células nuevas trabajen mejor. Además, se regula la insulina, una hormona que controla el azúcar en sangre y que, si está desbalanceada, puede causar cansancio y antojos.
Pero ojo, no es cuestión de pasar hambre ni de hacer reglas estrictas. Sol Vázquez aclara que la idea es aprender a diferenciar el hambre real del que viene por costumbre o ansiedad, y darle al cuerpo el tiempo necesario para reparar y fortalecerse.
Un dato importante es que, durante el ayuno, el cuerpo usa las reservas de grasa y glucógeno para obtener energía. Por eso, cuando se rompe el ayuno, lo mejor es elegir alimentos que no disparen la insulina y que sean ricos en proteínas, para mantener la energía y la masa muscular.
¿Y qué pasa con los mitos? Algunos creen que el ayuno intermitente es una moda o que puede hacerte perder músculo, pero Sol Vázquez insiste en que, cuando se hace bien y con asesoramiento, aporta beneficios concretos para la salud metabólica y el equilibrio hormonal.
Si te interesa probar el ayuno, podés empezar por un ayuno de 12 horas, que es simple y seguro para la mayoría. Para ayunos más largos, como los de 16 o 24 horas, es fundamental el acompañamiento profesional.
El ayuno intermitente es un patrón de alimentación que, bien guiado, puede traer muchos beneficios para tu cuerpo y mente. No se trata de pasar hambre, sino de entender cómo funciona nuestro organismo y darle el descanso que necesita para estar más fuerte y saludable.
¿Te animás a probarlo? Recordá que lo importante es hacerlo con cuidado y con información confiable. Así, podés aprovechar todos los beneficios que este método natural tiene para ofrecerte.