
¿Sabés por qué el bono que cobran los jubilados que reciben la mínima sigue igual desde marzo de 2024, cuando la inflación no para de subir? Esto genera una pérdida real que afecta directamente el bolsillo de quienes más dependen de ese dinero. Te contamos qué pasa con el bono, el impacto del DNU 274/2024 y cómo afecta el índice de precios (IPC) a los haberes previsionales.
Desde marzo, el bono mínimo para jubilados está congelado en $70.000, pero si se hubiera actualizado siguiendo la inflación, hoy debería estar cerca de $154.400, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Esto significa que los jubilados pierden más de la mitad del valor real de ese bono, una diferencia importante para quienes lo necesitan para llegar a fin de mes.
¿Por qué pasa esto? El decreto presidencial DNU 274/2024 cambió la fórmula para actualizar las jubilaciones. Desde abril, los haberes se ajustan según el IPC, que mide la suba general de precios, buscando mantener el poder adquisitivo de los jubilados en el tiempo. Pero ojo, este ajuste no incluye al bono, que quedó fuera del cálculo y sigue sin actualizarse, dejando a muchos con menos plata en el bolsillo.
El informe del CEPA también analizó el gasto total del Sistema Público Nacional. En mayo, el gasto en jubilaciones y pensiones contributivas fue de $3,89 billones, con un crecimiento real interanual del 16%. Sin embargo, comparado con mayo de 2023, bajó un 2%, y si se toma el promedio mensual del año pasado, la baja llega al 11%. Esto refleja que, aunque los números crecen en términos nominales, en realidad hay menos plata destinada a jubilados cuando se ajusta por inflación.
Además, mayo es un mes donde normalmente baja el gasto en jubilaciones, una tendencia que se repite hace cinco años y que afecta cómo se comparan los números de un año a otro.
El informe también muestra que otros gastos sociales y subsidios económicos siguen bajando en términos reales. Por ejemplo, los subsidios económicos cayeron un 54% respecto a mayo de 2024 y un 68% frente a 2023, con un fuerte recorte en energía, que bajó un 65%. En cambio, algunas prestaciones como la Asignación Universal por Hijo (AUH) subieron un 52% real, y las asignaciones familiares un 23%, aunque el gasto social en general está en un camino de ajuste para reducir el déficit fiscal.
Lo que se observa es que el ajuste del DNU 274/2024 busca mantener estable el gasto nominal en jubilaciones, pero al dejar afuera del ajuste al bono, afecta a quienes más dependen de ese refuerzo para cubrir sus gastos. La inflación no perdona y el bono congelado pierde valor real día a día, profundizando la brecha entre lo que reciben y lo que necesitan para vivir.
Si querés entender mejor cómo afecta la inflación y el DNU a los haberes previsionales y qué puede pasar con el bono en el futuro, seguí atento porque este tema sigue en debate y puede haber novedades que cambien el panorama para los jubilados.