

¿Viste esos muffins que parecen normales por fuera pero esconden algo adentro? Bueno, estos muffins de arándanos con queso crema tienen ese algo que los hace diferentes. Te vas a sorprender cuando muerdas el primero.
La clave está en un relleno suave y cremoso que corta con lo dulce justo cuando tiene que hacerlo. Si buscabas una receta fácil para impresionar sin volverte loco, esta es.
Porque no necesitás batidora, ni técnicas raras, ni ingredientes difíciles. Solo ganas de probar algo distinto y rico. Además, es una buena forma de usar esos arándanos que tenés en el freezer o que viste en oferta.
Todo lo que lleva esta receta lo conseguís en el súper de tu barrio:
250 g de harina común
100 g de azúcar
1 cdta. de polvo de hornear
½ cdta. de bicarbonato
1 pizca de sal
1 huevo
200 g de yogur natural (tipo griego si tenés)
80 ml de aceite de girasol o maíz
1 cdta. de esencia de vainilla
150 g de arándanos (frescos o congelados)
2 cditas. de harina extra (para los arándanos)
Para el relleno:
150 g de queso crema
2 cdas. de azúcar
½ cdta. de esencia de vainilla
Prendé el horno a 180°C y prepará tu bandeja con pirotines o con un poco de aceite.
En un bowl, mezclá todos los secos: harina, azúcar, polvo de hornear, bicarbonato y sal.
En otro, mezclá el huevo, yogur, aceite y vainilla.
Uní todo con movimientos suaves. Nada de batir fuerte.
Pasá los arándanos por las 2 cditas. de harina y sumalos a la mezcla con espátula.
Aparte, prepará el relleno batiendo el queso crema, azúcar y vainilla hasta que quede liso.
Llená los moldes hasta la mitad, poné una cucharadita del relleno en el centro y cubrí con un poco más de masa.
Horneá 20 minutos o hasta que los bordes estén dorados. Probá con un palillo por el costado (evitá el centro que tiene queso).
Dejalos 5 minutos en la bandeja y después pasalos a una rejilla.
¿Querés que queden como recién hechos? Una vez fríos, podés guardarlos en la heladera hasta 5 días o congelarlos hasta 2 meses. Para comerlos, basta con dejarlos a temperatura ambiente o darles un toque de microondas.
Con esta receta sacás entre 10 y 12 muffins. Ideal para una merienda con amigos o para tener algo rico toda la semana.
Sí, totalmente. Son húmedos, esponjosos y con ese centro de queso crema que te hace decir: “uh, qué bueno esto”. Además, es una receta fácil que cualquiera puede hacer, sin complicarse.