

¿Por qué a veces te despertás y no podés recordar nada de lo que soñaste? Aunque te esfuerces, las imágenes se te escapan como arena entre los dedos. No sos el único: miles de personas se hacen esta misma pregunta cada mañana. Pero la ciencia tiene una respuesta que te va a sorprender.
Un estudio publicado en Frontiers in Human Neuroscience comparó lo que pasa en el cerebro mientras se sueña entre dos grupos: uno de personas que recuerdan sus sueños casi todos los días, y otro que casi nunca los recuerda. A ambos les monitorearon la actividad cerebral durante una noche entera de sueño en un laboratorio.
El experimento mostró que quienes recuerdan más sus sueños tienen despertares más largos en distintas etapas del sueño y reaccionan más intensamente a estímulos externos, como sonidos. En cambio, quienes no recuerdan sueños, tienen un sueño más continuo, sin tantas interrupciones. Esta fue una de las diferencias neurofisiológicas más relevantes que encontraron los investigadores.
¿Pero qué pasa específicamente en la fase REM? En esa etapa, caracterizada por el movimiento ocular rápido, las zonas del cerebro que se encargan de guardar recuerdos a largo plazo están apagadas. Así lo explicó Deirdre Barrett, experta en sueños de la Facultad de Medicina de Harvard. Según ella, si te despertás justo después de un sueño REM, es más probable que lo recuerdes. Pero si seguís durmiendo sin interrupciones, esa información se pierde.
Es decir: recordar un sueño depende de un pequeño despertar justo después de soñar. Sin esa interrupción, el recuerdo no llega a almacenarse. Por eso, cuando el sueño es continuo, es común no recordar los sueños al despertar.
También influye el momento de la noche. La fase REM no dura lo mismo toda la noche: empieza siendo corta y se va alargando. Cerca del final de las ocho horas de sueño, los episodios REM pueden durar hasta 20 minutos. Eso significa que tenés más chances de recordar lo que soñás si te despertás cerca del amanecer.
Pero no todo depende del cerebro. Hay otros factores personales que influyen. Según estudios difundidos por el National Center for Biotechnology Information, las mujeres y los jóvenes recuerdan más sueños que los hombres y los adultos mayores. Además, personas introvertidas y con alta apertura a nuevas experiencias también tienden a recordar más.
¿Se puede entrenar la mente para recordar más sueños? Leslie Ellis, terapeuta de sueños y autora especializada, asegura que sí. Su consejo es simple: quedarse quieto al despertar y repasar mentalmente lo soñado. Después, escribirlo enseguida. Eso ayuda a que la memoria a corto plazo no lo borre tan rápido.
Entonces, si querés empezar a recordar tus sueños, ya sabés qué hacer: despertate despacito, quedate en la cama un ratito, repasá lo que viste y escribilo. No hace falta tener una memoria perfecta, solo práctica y atención.