Un peligroso paso en falso en el primer partido del torneo Clausura pueden poner a Gimnasia rápidamente al borde del abismo en la temporada 2025. Pero no. Hay mucho recorrido por delante y el campeonato recién empieza.

El Lobo, que estrenó al técnico Alejandro Orfila en el banco de suplentes, perdió 1 a 0 contra Instituto de Córdoba, en el contexto de un partido de ida y vuelta en el que los dos arqueros tuvieron mucho trabajo y se destacaron durante toda la noche.

A diferencia de lo que venía ocurriendo en la pretemporada, Gimnasia no pudo contar con Jan Hurtado y lo extrañó.

El equipo sintió la ausencia de un delantero de peso dentro del área y lo pagó cuando quiso resolver las situaciones que podía generar a partir de los intentos de Panaro, Sosa y Zalazar. Todos ellos muy voluntariosos, pero mostrando un alarmante desorden y falta de ritmo para manejar con criterio la pelota.

Un derechazo al ángulo de Alex Luna sobre el final del primer tiempo desmoronó todo el trabajo que venía haciendo el Mono Insfrán, quien junto a otros jóvenes jugadores del club sufrieron las lapidarias críticas de los hinchas que siguen padeciendo las campañas de otros equipos como los del Traductor Flores o el uruguayo Marcelo Méndez, quien ordenó  la contratación de Luis Ingolotti.

En el segundo tiempo, con desorden, pero con ímpetu, el Lobo se las ingenió para acorralar a Instituto. Los cordobeses se pararon de contragolpe y jugaron con más experiencia y oficio manejando los tiempos y la desesperación de los jugadores de Gimnasia.

El árbitro se apiadó de Facundo Di Biasi, quien envuelto en la impotencia de ir perdiendo jugó amonestados todo el complemento por pegarle una patada a Luna adelante del juez del partido que en otra ocasión hubiese significado una tarjeta roja.

El Lobo hizo méritos de sobre para empatar el partido en el final, con desbordes de Panaro y un cabezazo de Castro que salvó el arquero de Instituto. También lo pudo perder por más diferencia, ya que cada vez que jugó el campo rival quedó muy desordenado y le dio muchas ventajas a los cordobeses.

Ahora ya no hay tiempos para lamentos y habrá que trabajar en doble turno, como ocurrió durante la segunda semana de la pretemporada, para cambiar la imagen contra San Lorenzo por la segunda fecha de la zona B del torneo Clausura.