En un movimiento estratégico sin precedentes en el fútbol argentino, Racing Club anunció la renovación del contrato de Adrián “Maravilla” Martínez hasta diciembre de 2028. Lo que hace histórico este acuerdo no es solo la duración, sino la imponente cláusula de rescisión: 122 millones de dólares, la más alta jamás registrada en la historia del fútbol local.
Esta decisión llega tras el conflicto suscitado por la salida de Maximiliano Salas a River, una situación que generó tensiones tanto dentro como fuera del club. Ante esto, la dirigencia encabezada por Diego Milito actuó con firmeza para “blindar” a su figura más destacada, con la intención de evitar un escenario similar.
El delantero, que ya suma 46 goles en sus primeros 72 partidos con la camiseta de La Academia, fue pieza clave en la obtención de la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana, lo que lo consolidó como uno de los mejores delanteros del país y del continente. Su rendimiento provocó el interés de varios clubes, lo que llevó a Racing a actuar rápidamente.
El club comunicó la noticia con el lema “Maravilla para siempre”, y expresó su deseo de que el jugador culmine su carrera profesional en Avellaneda, donde tiene contrato hasta sus 36 años. En su anuncio oficial, Racing también utilizó una cita bíblica:
“Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios (Mateo 5, 7-8)”, en alusión al perfil humano y deportivo del futbolista.
La cifra de 122 millones de dólares supera ampliamente los 100 millones que River le había fijado a sus promesas Bautista Dadín y Axel Woiski, marcando un nuevo estándar para la valorización de los talentos locales.
En un fútbol argentino muchas veces golpeado por la fuga de jugadores jóvenes y figuras consolidadas, la renovación de Maravilla Martínez representa un gesto de jerarquía institucional y deportiva, y un mensaje claro al mercado: Racing está dispuesto a retener a sus ídolos y competir al más alto nivel.
