

Te mirás al espejo y ahí están. ¿Otra vez? Una, dos, cinco… canas nuevas. Y te preguntás lo que se pregunta todo el mundo: ¿Me están saliendo porque estoy estresado? ¿Por arrancarme una? ¿Por no cuidarme bien el pelo? Spoiler: no es tan simple como parece, pero tampoco es tan grave.
En esta nota te voy a contar por qué aparecen las canas, cómo cuidarlas para que se vean bien y qué mitos ya podés tirar a la basura. Si alguna vez te dio vergüenza tener canas o pensaste que eso te “envejece”, quedate hasta el final: hay una vuelta que quizás no te esperás.
La cana no es más que un pelo sin pigmento. O sea, sin melanina. Y esto puede pasar por tres motivos:
Genética: Si tu viejo o tu abuela encanecieron temprano, vos también podés.
Estrés crónico: Sí, influye. Pero no es “te estresás y ¡pum! cana”. Es un proceso más largo, y no siempre reversible.
Déficit de vitaminas: Falta de B12, zinc, hierro o cobre puede acelerar el proceso.
Y sí, también puede pasar a los 20, a los 30 o incluso en la adolescencia. Se llama canicie prematura, y no tiene nada de raro.
No. Este es EL falso mito de todos los tiempos. Cada folículo genera un solo pelo. Si lo arrancás, crece otro igual, no siete. Pero mejor no hacerlo: podés irritar el cuero cabelludo y dañar el folículo. Si te molestan visualmente, cortalas o hacé un camouflage con un color suave.
Sí, totalmente. El pelo blanco suele ser más seco, poroso y frágil. Acá te dejo una rutina de cuidado básica para que tus canas se vean bien:
Usá shampoo violeta una o dos veces por semana para evitar que se pongan amarillas.
Alterná con un shampoo nutritivo sin sulfatos.
Aplicá una mascarilla nutritiva cada 10 días.
Si vas a usar secador o planchita, ponete protección térmica.
En verano, usá protector solar capilar o gorra.
No, lo que te envejece es no cuidarlas. Un corte copado, brillo, textura y actitud cambian todo. Hay gente que, al dejar de teñirse, se ve más fresca, más elegante y más segura. El secreto está en el cuidado, no en el color.
Obvio. Hoy se usan las canas con orgullo. Modelos, influencers, artistas… ya nadie las esconde. Y si querés algo más jugado, se pueden potenciar con reflejos platinados, balayage frío o técnicas tipo blending que dan luz y movimiento. Quedan finas y re modernas.
También está bien. Nadie te obliga. Podés cubrirlas con tintes suaves sin amoníaco, que respetan tu base y te permiten una transición gradual. La idea no es seguir modas, sino que el pelo diga quién sos.
Las canas no son un problema. Son una oportunidad para conectar con tu estilo, cuidarte mejor y mostrarte como sos. Y si te las bancás con orgullo, pueden ser tu mejor carta de presentación.