

¿Alguna vez te preguntaste si podés disfrutar de un helado cremoso y rico sin sentir culpa? Si pensás que eso no es posible, te contamos algo que seguro te va a sorprender: hay una receta de helado casero que combina lo mejor del cremoso yogur griego con ingredientes simples y saludables. ¿Querés saber cómo prepararla en casa sin heladera ni moldes complicados? Seguí leyendo, que acá te lo explicamos paso a paso.
En verano, el capricho dulce del helado es casi inevitable, pero muchas veces los helados industriales tienen mucho azúcar y grasas que no convienen. Por suerte, un helado casero hecho con yogur griego es una alternativa más liviana, con menos calorías y sin tantos ingredientes artificiales. Según la nutricionista Elisa Escorihuela, esta receta casera no solo es sencilla, sino que también es un postre ideal para toda la familia.
Para preparar este helado vas a necesitar:
250 gramos de yogur griego natural sin azúcar
50 gramos de cacahuete en polvo desgrasado
50 gramos de chocolate sin azúcar para fundir
Almendras laminadas al gusto
Palitos de helado y papel vegetal para formar los helados
El yogur griego aporta proteínas y calcio, el cacahuete en polvo suma sabor y textura sin grasa excesiva, y el chocolate sin azúcar le da ese toque dulce sin pasarse con las calorías.
Mezclá bien el yogur griego con el cacahuete en polvo hasta que quede todo homogéneo.
Sobre una bandeja con papel vegetal, poné cucharadas formando discos de tamaño individual.
Insertá un palo de helado en cada disco y alisá con una cuchara para que quede compacto.
Congelá durante 2 o 3 horas hasta que estén firmes.
Derrití el chocolate sin azúcar al baño maría o en el microondas en intervalos cortos.
Sacá los helados del freezer y sumergilos parcialmente en el chocolate fundido.
Espolvoreá con almendras laminadas antes de que el chocolate se endurezca.
Volvé a congelar unos minutos si querés una textura más firme.
Con esta receta podés hacer unos 6 helados medianos, ideales para compartir o guardar en el congelador. Se pueden conservar hasta 3 semanas bien guardados en un recipiente hermético.
Cada helado tiene alrededor de 140 calorías y 9 gramos de proteína, lo que lo hace un capricho dulce con beneficios reales para tu cuerpo. Ideal para un postre fresco, sano y cremoso.