

El 21 de julio no es solo una fecha en el calendario para los amantes de los animales, sino un llamado global a la conciencia y la empatía. El Día Mundial del Perro fue instaurado en 2004 luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera sobre una situación alarmante: el 70 % de los perros del mundo no tiene un hogar.
Este día busca mucho más que celebrar la ternura o la alegría que un perro puede brindar. Se trata de una instancia para reflexionar sobre el abandono, el maltrato y la falta de políticas públicas de protección y adopción. Con más de 300 millones de perros alrededor del mundo, resulta fundamental destacar su rol como compañeros, guías, protectores e incluso terapeutas. Su presencia mejora vidas, salva a personas del aislamiento y brinda amor en estado puro.
El origen de la célebre frase “el mejor amigo del hombre” se remonta a un juicio ocurrido en Estados Unidos en 1869. El protagonista fue Old Drum, un perro asesinado por un vecino del granjero Charles Burden. Durante el juicio, el abogado George Graham Vest pronunció un alegato conmovedor que quedó en la historia:
“El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro.”
Ese discurso dio origen a una de las frases más repetidas del vínculo humano-animal y quedó inmortalizado frente al tribunal de Warrensburg, donde una estatua recuerda a Old Drum y todo lo que representa.
En Argentina, además del 21 de julio, existe el Día Nacional del Perro, celebrado cada 2 de junio en honor a Chonino, un pastor alemán de la Policía Federal que murió protegiendo a su guía. La iniciativa fue impulsada por la escritora Cora Cané y rinde homenaje al coraje, lealtad y entrega de los perros que, más allá del afecto, muchas veces dan la vida por los humanos.