

¿Sabías que muchas de las cáscaras de frutas que tiramos tienen beneficios comprobados para la salud? Aunque parezcan desechos, algunas concentran más nutrientes que la propia pulpa. Y sí, pueden comerse. Te vamos a mostrar cómo aprovecharlas, sin complicarte y sin cambiar tus hábitos. Pero antes, pensá esto: ¿cuánta comida nutritiva estás descartando todos los días sin saberlo?
Acá te contamos 6 ejemplos que podés empezar a usar hoy mismo:
La parte blanca entre la cáscara y la pulpa tiene citrulina, una sustancia que ayuda a la circulación. Además, tiene más fibra y menos azúcar que el centro rojo. Según Cleveland Clinic, también las semillas tienen magnesio y ácidos grasos que bajan el colesterol.
¿Cómo usarla? Cortala en tiras y salteala como si fuera zapallito. Las semillas podés tostarlas con sal y comino.
Las cáscaras tienen fitoquímicos que, según la Universidad de Florida, ayudan a cuidar el corazón.
¿Cómo usarlas? Rallalas sobre yogures, ponelas en té o agregalas a la masa de budines. También podés secarlas y hacer un polvo para usar como condimento.
Aunque suene raro, la cáscara tiene antioxidantes y ayuda a sumar fibra. En la Universidad de Harvard la probaron para mejorar la panificación.
¿Cómo se come? Hervila unos minutos y agregala a licuados, muffins o panes. Lavala bien antes y evitá las que estén pasadas.
Acá la cosa es más conocida: la piel es fuente de fibra y antioxidantes. Según Harvard y Mayo Clinic, ayuda a regular el intestino y podría prevenir enfermedades.
¿Cómo aprovecharla más? No peles la manzana. O secá las cáscaras para hacer chips. También van bien en compotas y licuados.
Su ralladura tiene aroma, sabor y nutrientes sin azúcar ni grasa, dice Cleveland Clinic.
¿Cómo usarla? En aderezos, tortas, guisos, lo que se te ocurra. Podés secarla y usar el polvo como condimento casero.
Sí, la cáscara peluda también sirve. Según publicaciones en Science Direct, tiene fibra y vitamina E.
¿Cómo comerla? Lavala bien, cortala finita y comela con la fruta. Si te molesta la textura, podés deshidratarla y sumarla a granola.
Las cáscaras de frutas no son basura. Son parte de la fruta y están llenas de beneficios valiosos. Incorporarlas es fácil, económico y saludable. La próxima vez que tengas una fruta en la mano, preguntate: ¿estoy aprovechando todo lo que me ofrece?