

Tras la valiosa victoria ante Racing, Estudiantes de La Plata atraviesa un receso de 10 días sin competencia oficial. Este parate llega en un momento clave: faltan dos semanas para la presentación de la lista definitiva de jugadores para los octavos de final de la Copa Libertadores, y el entrenador Eduardo Domínguez no quiere desaprovecharlo.
Lejos de relajarse tras una racha positiva que incluyó dos triunfos consecutivos —algo que no lograba desde hacía más de cuatro meses—, Domínguez puso el foco en el mercado de pases. El DT ya cuenta con las incorporaciones de Fernando Muslera y Leandro González Pírez, pero considera que el equipo aún necesita más jerarquía para afrontar el desafío internacional.
En declaraciones recientes, Domínguez fue claro aunque diplomático. “Hablamos con Agustín (Alayes) y Marcos (Angeleri) sobre la posibilidad de sumar refuerzos”, afirmó, en línea con su discurso habitual. Sin embargo, envió un mensaje directo a la dirigencia al remarcar que no se trata de incorporar por incorporar:
"Traer por traer, no vamos a traer. Necesitamos algo distinto".
Con un plantel de 28 futbolistas, el cuerpo técnico considera que los nuevos jugadores deben llegar para marcar diferencias reales, no solo para engrosar la nómina. En ese contexto, aparece el nombre de Marcos Rojo, surgido en el club y actualmente en conflicto con Boca Juniors por su contrato. Aunque el defensor ya mantuvo un primer contacto con Juan Sebastián Verón, Domínguez evitó pronunciarse:
"Desconozco si hay alguna situación con Marcos".
Por otro lado, la posible venta de Tiago Palacios podría liberar espacio en la plantilla y generar ingresos que faciliten la llegada de nuevos nombres. Con el respaldo de varios referentes y del propio plantel, Domínguez busca aprovechar este momento para reforzar un equipo que, aunque en alza, aún tiene margen para crecer.