

Te sorprendería saber que muchos de los objetos cotidianos que usás todos los días están llenos de gérmenes y tienen más bacterias que el baño. Y lo peor: casi nadie los limpia como corresponde. En esta nota, te contamos cuáles son, cómo limpiarlos bien y por qué deberías prestarles más atención a partir de hoy.
Aunque parecen inofensivas, las esponjas son verdaderos imanes de bacterias. Quedan húmedas, con restos de comida, y eso las convierte en un criadero ideal para E. coli y salmonella.
Cómo limpiarlas: metelas en el microondas un minuto, usá lavandina diluida o lavalas en el lavavajillas con agua bien caliente. Si siguen oliendo mal, tiralas.
Según NSF International, los celulares y controles remotos pueden tener más bacterias que la tapa del inodoro. ¿Por qué? Porque los tocamos todo el día sin lavarnos las manos.
Cómo limpiarlos: usá un paño apenas húmedo con jabón neutro o toallitas con alcohol al 70%. Evitá aerosoles. Limpiá al menos una vez por semana o cada vez que cambies de ambiente.
Las tablas, sobre todo si tienen rayaduras, acumulan bacterias como E. coli. Si usás la misma para carne y verduras, el riesgo se multiplica.
Cómo limpiarlas: separá una tabla para carnes y otra para vegetales. Lavá con agua caliente y jabón, y secá bien. Si tienen muchos cortes, cambiá la tabla.
Un estudio en el Journal of Food Protection encontró E. coli en el 48% de los frascos de especias usados durante la cocción. ¿La causa? Se tocan con manos sucias al cocinar.
Cómo limpiarlos: pasales un trapo con agua y jabón o una toallita desinfectante. Lavate las manos antes de tocarlos, sobre todo si estás manipulando carne.
The Conversation advierte que las toallas de cocina y baño acumulan bacterias como coliformes fecales y hongos si no se lavan seguido.
Cómo limpiarlas: metelas en el lavarropas con agua caliente y un poco de lavandina al menos una vez por semana. Usá una para cada cosa y no las compartas.
WebMD explica que si dejás el cepillo cerca del inodoro, puede llenarse de bacterias por el “aerosol fecal” al tirar la cadena sin tapa.
Cómo limpiarlos: guardalos lejos del inodoro, en posición vertical. Cambialos cada tres meses. No te olvides de lavar el vasito porta cepillo.
Son lugares que todos tocan pero casi nadie limpia. Y ahí viven muchos gérmenes.
Cómo limpiarlos: toallitas con alcohol o productos desinfectantes, una vez por semana. En lugares públicos o escuelas, todos los días.
Según Vanguard Cleaning Systems, estos objetos arrastran bacterias de casa a la escuela y viceversa.
Cómo limpiarlos: lavá las loncheras, desinfectá las mochilas por fuera y evitá apoyarlas sobre la mesa de la cocina.
Bebederos, pelotas de tu perro o colchonetas del gym: todos cargan bacterias como estafilococos y moho.
Cómo limpiarlos: desinfectá todo después de usarlo. Lavá los juguetes de las mascotas cada semana.
No hace falta vivir obsesionados con los gérmenes, pero sí conviene saber dónde se esconden. Si incorporás una rutina básica de limpieza y usás productos adecuados, vas a reducir mucho los riesgos. Acordate: los objetos cotidianos que menos imaginás son los que tienen más bacterias. Y ahora ya sabés cómo limpiarlos.