

¿Sabías que lo que tirás por la pileta después de hervir huevos podría ser el mejor aliado de tus plantas? Este simple cambio en tu rutina de cocina podría transformar la salud de tu jardín… pero hay un detalle clave que muchos pasan por alto y que puede arruinar todo. Te lo contamos más abajo.
La jardinería doméstica está viviendo un boom de técnicas caseras que reducen el uso de químicos. Entre ellas, el uso del agua de cocción de huevos se convirtió en tendencia. Este líquido, que normalmente se descarta, contiene minerales esenciales que pueden actuar como fertilizante natural para tus plantas. Además, permite aprovechar residuos orgánicos y ahorrar agua, un combo ideal para quienes buscan prácticas más sustentables.
Cuando hervís huevos, parte del calcio de la cáscara se disuelve en el agua. Este mineral es clave para las plantas porque fortalece las paredes celulares, mejora el tejido vegetal y ayuda a las raíces a absorber nutrientes. También puede contener trazas de magnesio, fósforo y potasio, aunque en menor cantidad.
Ojo: el agua de cocción no reemplaza a los fertilizantes comerciales, pero sí los complementa. Usarla de manera regular, sobre todo en cultivos de baja exigencia, mejora el aporte mineral y mantiene el suelo más equilibrado.
Antes que nada, dejá enfriar completamente el agua. Si la aplicás caliente, podés quemar las raíces y arruinar el suelo. Tampoco sirve si usaste sal al hervir los huevos: el sodio daña la tierra y afecta la salud de la planta.
Podés regar con agua de cocción de huevos una o dos veces por semana, siempre en la base de la planta. Si te sobra, guardala en un recipiente limpio y usala en pocos días para evitar bacterias.
La cáscara es otro aliado en la jardinería doméstica. Un estudio llamado “Eggshells as fertilizer in horticulture practices” confirmó que este residuo tiene alto contenido de carbonato de calcio, magnesio y fósforo. Secala, triturala y espolvoreala sobre la tierra o mezclala con compost. También podés poner pedacitos en el fondo de macetas para mejorar el drenaje. Además, las cáscaras actúan como barrera contra babosas y caracoles gracias a su textura filosa.
Combinar el agua de cocción de huevos con el uso de las cáscaras es una manera simple, económica y ecológica de nutrir tus plantas usando residuos orgánicos de tu cocina. Aunque todavía no hay estudios específicos sobre el agua, la evidencia empírica y los datos científicos sobre las cáscaras hacen que valga la pena sumarlo a tu rutina.
Ahora que ya sabés cómo usarlo, ¿te imaginás cuánto podés mejorar tu jardín con algo que antes tirabas? Probalo y contanos cómo te fue.