

Un grupo de investigadores locales hizo un hallazgo que podría cambiar la forma en que tratamos heridas, sobre todo en personas con mala nutrición. Pero todavía hay una pregunta clave sin responder…
Científicos argentinos del Centro de Medicina Comparada (CMC) desarrollaron un tratamiento natural a base de yerba mate, que mostró resultados increíbles en un estudio preclínico. La fórmula, llamada YMF, combina extracto de yerba mate, aminoácidos y vitaminas.
El experimento se hizo en ratas desnutridas y sanas con heridas. ¿El resultado? Las que recibieron el tratamiento con yerba mate cicatrizaron más rápido y mejor que el grupo control.
La investigación apunta a que este tipo de tratamiento podría servir para personas con deficiencias nutricionales, que suelen tener más dificultades para curar heridas. Según el estudio, la yerba mate no solo ayudó a cerrar más rápido las heridas, sino que también mejoró la calidad del tejido regenerado.
Además, se observaron señales positivas como:
Más formación de vasos sanguíneos en la zona tratada (angiogénesis).
Mejoras en la sangre y en el estado general del organismo.
Todo esto sugiere que podría usarse como nutracéutico, es decir, un alimento con propiedades terapéuticas.
Todavía no. Los científicos argentinos fueron claros: se necesita seguir investigando antes de aplicar este tratamiento en humanos. Para avanzar, hace falta:
Ver cuál es la dosis adecuada.
Confirmar que sea seguro.
Establecer cómo y cuándo debería usarse.
Por ahora, el hallazgo es una gran promesa, pero todavía está en fase preclínica.
El trabajo fue publicado el 18 de julio de 2025 en el Journal of Food Science, con el título: “Potencial de cicatrización de heridas de una formulación que contiene extracto de yerba mate”.
Los autores fueron Andrea Lorena Berengeno, Juan Garona, Hernán Farina y Hugo Héctor Ortega.
Este avance demuestra cómo un producto típico de nuestra región, como la yerba mate, puede tener usos que van más allá del mate de todos los días. Aunque falta camino por recorrer, este tratamiento podría ser clave para curar heridas en personas vulnerables.