

¿Qué pasaría si una simple gripe o un contagio de COVID-19 pudiera reactivar el cáncer que ya superaste? No es una teoría conspirativa, ni un miedo exagerado. Es la pregunta que disparó un estudio internacional que podría cambiar cómo se cuidan millones de personas que pasaron por un cáncer de mama.
Un equipo de científicos de Estados Unidos, el Reino Unido y Países Bajos descubrió algo inquietante: virus respiratorios comunes, como la gripe y el COVID-19, pueden "despertar" células cancerosas que habían quedado dormidas en los pulmones después de un tratamiento exitoso contra el cáncer de mama.
Después de superar un tumor, algunas células pueden quedarse quietas en el cuerpo, sin crecer ni hacer daño. Eso se llama latencia. Estas células no causan síntomas, pueden pasar años sin hacer nada, pero no desaparecen. Y en algunos casos, por causas todavía poco entendidas, vuelven a activarse y generan metástasis, es decir, reaparece el cáncer en otra parte del cuerpo.
Los investigadores notaron que las infecciones respiratorias podrían actuar como disparador de esa reactivación. Para probarlo, hicieron estudios en ratones con células de tumores de mama latentes en los pulmones. ¿El resultado? Después de contagiar a los ratones con gripe o una versión del coronavirus, las células dormidas se activaron y aparecieron tumores nuevos.
Lo que activa esas células es una molécula llamada IL-6, que el cuerpo libera cuando pelea contra una infección. Si no hay IL-6, las células se quedan dormidas. Por eso, evitar enfermarse o reducir la inflamación podría marcar la diferencia.
El estudio también revisó datos médicos de miles de sobrevivientes. Las personas que se habían curado de cáncer de mama y luego se infectaron con COVID-19 tenían casi el doble de riesgo de morir por cáncer en los meses siguientes, especialmente en los primeros tres meses tras el contagio.
Según Julio Aguirre-Ghiso, uno de los autores del estudio y científico argentino del Centro Oncológico Montefiore Einstein, "las vacunas ayudan a prevenir estas infecciones o a que sean más leves, lo cual podría reducir las chances de reactivar células dormidas".
Aunque todavía se necesita más investigación, el mensaje es claro: si superaste un cáncer, prevenir enfermedades respiratorias como la gripe o el COVID-19 es mucho más importante de lo que parece. Y no solo con vacunas, también evitando el contagio y consultando rápido si aparecen síntomas.
Andrea Llera, investigadora del Conicet, también subrayó que el estudio “refuerza la necesidad de protegernos de las infecciones virales, sobre todo si ya tuvimos un tumor”.
Si tuviste cáncer de mama, tus pulmones podrían tener células dormidas.
Una infección por gripe o COVID-19 podría despertarlas y causar una nueva metástasis.
Las vacunas y el control de infecciones respiratorias son claves para prevenirlo.
Aún se investiga, pero la evidencia ya genera una alerta importante.