

Cuando alguien se desmaya o tiene una convulsión, lo primero que muchos piensan es: “¡Se va a tragar la lengua!”. ¿Pero eso es posible? ¿Qué hay que hacer realmente en ese momento? Este mito, muy instalado en América Latina, no solo es falso, sino que puede poner en riesgo a quien está desmayado.
Te contamos por qué eso de “no tragarse la lengua” no tiene base médica y qué hacer en una situación de emergencia para ayudar de verdad.
No. Marcelo Filiberti, de la Federación Argentina de Cardiología, lo explica claro: “No es posible anatómicamente tragarse la lengua”. Lo que sí puede pasar cuando una persona queda inconsciente es que la lengua, al relajarse, caiga hacia atrás y tape un poco el paso del aire. Pero eso no significa que se la esté tragando.
Cuando alguien pierde la conciencia, sus músculos se relajan. Si está acostado boca arriba, la lengua puede caer hacia atrás y bloquear parcialmente la vía aérea. Esto es más común en situaciones de desmayo o convulsión, pero no implica que se esté tragando la lengua.
El problema es que muchas personas, por miedo, intentan meterle la mano en la boca o ponerle algo entre los dientes. Y eso puede ser peligroso. Se pierde tiempo valioso y hasta se puede lastimar a la persona.
✔️ Lo correcto: si la persona está inconsciente y no respira, hay que iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) de inmediato.
✔️ Abrir la vía aérea: hacelo con la maniobra frente-mentón. Usá una mano en la frente y la otra en el mentón para inclinarle la cabeza hacia atrás. Esto levanta la base de la lengua y permite que pase el aire.
✔️ Comenzar compresiones: si no respira, empezá RCP sin dudar.
❌ Lo incorrecto: meter los dedos en la boca, intentar abrirla a la fuerza o ponerle algo entre los dientes. Eso no ayuda y puede empeorar todo.
Un ejemplo conocido fue el desmayo de Christian Eriksen en la Eurocopa 2021. Sus compañeros intentaron abrirle la boca para que no se “tragara la lengua”. Pero lo que realmente le salvó la vida fue que un médico inició la RCP rápido.
Un estudio de cardiólogos de Tel Aviv analizó 45 casos similares. En el 84% de las situaciones donde se veía la primera reacción, la gente intentó evitar que la persona se tragara la lengua. El resultado: en muchos de esos casos hubo muertes o daño cerebral. En cambio, cuando se empezó directamente con la RCP, todos sobrevivieron.
Ana Salvati, de la Fundación Cardiológica Argentina, insiste: “La mayoría todavía no sabe que lo más importante es empezar la RCP de inmediato”. Y eso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Nadie se traga la lengua, ni en un desmayo ni en una convulsión.
Lo más importante es abrir la vía aérea y empezar la RCP.
No pierdas tiempo en mitos: lo que salva vidas es actuar rápido y bien.
Actualizá lo que sabés. Aprendé RCP. Y no repitas mitos que pueden costar caro.