

Capaz pensabas que el calabacín solo se come salteado o al horno. Pero hay una forma mucho más fresca y rápida de disfrutarlo, que encima mantiene todos sus nutrientes intactos. ¿Te animás a probar algo distinto, sin prender una hornalla y en menos de 10 minutos?
Esta receta de ensalada de calabacín no solo es liviana y rica, también es ideal para los días de calor. Y lo mejor: no necesitás ser chef ni tener ingredientes raros. Seguime que te cuento cómo prepararla y por qué vale la pena sumarla a tus comidas.
Cuando cocinamos el calabacín, una parte de sus vitaminas A y C, su fibra y sus antioxidantes se pierden. En cambio, al comerlo crudo, aprovechamos todo. Es bajo en calorías, liviano para el estómago y súper versátil.
Además, al cortarlo en láminas finitas y combinarlo con un buen aliño, se vuelve suave, jugoso y con un sabor muy agradable. Y si lo mezclás con tomates cherry, nueces y queso feta, tenés una ensalada completa, con textura, color y un sabor que te va a sorprender.
🕒 Listo en 10 minutos, sin cocción
Ingredientes (rinde 2 a 4 porciones):
2 calabacines medianos
8 tomates cherry
40 g de queso feta
1 puñado de nueces picadas
2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre de vino o jugo de limón
Sal y pimienta negra a gusto
Hojas de menta o albahaca para decorar
Cómo prepararla:
Lavá bien los calabacines y cortalos en láminas finitas con pelapapas o mandolina.
Ponelos en una ensaladera, agregales sal y un toque de pimienta.
Sumá el aceite de oliva y el vinagre o limón. Mezclá todo suavemente.
Agregá los tomates cortados al medio y las nueces picadas.
Antes de servir, desmenuzá el queso feta por arriba y decorá con menta o albahaca.
📌 Tip: servila al momento para que el calabacín no largue agua y mantenga su textura.
Una porción tiene apenas 85 calorías, pero aporta fibra, grasas saludables y un buen golpe de vitaminas. Es una opción ideal para sumar a una dieta equilibrada, sea como entrada o como acompañamiento.
Sí, aunque lo ideal es comerla en el momento. Si te sobra, guardala tapada en la heladera hasta por 12 horas. Pero ojo: el calabacín va a largar líquido y va a estar menos crocante.