

Seguro te pasó que mirás el celular y aparece una notificación nueva, y aunque no sea nada importante, sentís que tenés que entrar para ver qué onda. ¿Por qué? Eso tiene nombre: FOMO (miedo a perderse algo). Es esa sensación incómoda que te hace estar pegado a las redes y a las noticias, porque creés que si no lo ves, te quedás afuera de algo importante. Pero, ¿sabés qué? Esto no solo es una costumbre, sino que afecta seriamente la salud mental.
Desde que las redes sociales y las apps te tiran notificaciones todo el día, se hizo muy difícil desconectar. Los medios de noticias y plataformas están diseñadas para que vuelvas una y otra vez. Cada “update” o notificación es como un premio inesperado, que activa una reacción en tu cerebro similar a cuando jugás a la ruleta o a un juego de azar. Por eso, mirás la pantalla mil veces aunque no haya nada nuevo.
Este fenómeno, el FOMO, no es nuevo, pero con el auge de la tecnología se hizo más visible. La ansiedad que genera hace que te sientas obligado a estar al tanto de todo, porque “perderse algo” parece como quedar afuera del grupo o de lo que está pasando en el mundo. Sin embargo, ese miedo puede llevar a problemas más graves, como estrés, depresión y hasta trastornos del sueño.
Un estudio global muestra que casi el 70% de los jóvenes siente este miedo de perderse algo en redes sociales o en las noticias. Eso afecta la calidad de vida y la salud mental, porque no solo implica ansiedad, sino que también puede hacer que pierdas foco en cosas importantes para vos, como el estudio, el trabajo o tus relaciones personales.
Además, las notificaciones constantes son parte del problema. Están diseñadas para que reacciones rápido, y eso hace que tu cerebro quede “enganchado”, buscando esa próxima dosis de información o “like”. El desafío está en cómo manejar esa compulsión para que no te desgaste.
Desactivá las notificaciones que no sean importantes.
Establecé horarios para mirar las redes y las noticias, no tener el teléfono pegado todo el día.
Recordá que no estar al tanto de todo no significa que estés afuera. Está bien perderse algo.
Buscá actividades fuera de la pantalla, como salir con amigos o hacer deporte, que te ayuden a despejar la cabeza.
En definitiva, el FOMO es más que una moda o un hábito: es un reflejo de cómo la tecnología y las redes sociales impactan en nuestra salud mental. Aprender a controlarlo no solo mejora cómo te sentís, sino también cómo vivís cada día, sin el peso de tener que saber todo al instante.