

¿Alguna vez abriste la heladera y encontraste una fruta con moho? Seguro pensaste: “¿Le corto la parte podrida y como el resto o la tiro toda?” Esta duda es más común de lo que parece y tiene una respuesta que puede sorprenderte. Pero antes de contarte qué hacer, repasemos por qué aparece el moho y qué riesgos trae dejarlo pasar.
El moho es un hongo que se esparce rápido en ambientes húmedos como la heladera, y la fruta es su lugar favorito. Si la fruta está blandita o tiene algún golpe, las esporas se meten por dentro y no se ven. Por eso, cuando ves una mancha, el moho ya se expandió más de lo que pensás.
El error común es creer que con sacar la parte con moho alcanza y el resto está bien. Pero en frutas blandas, el moho puede invadir toda la fruta aunque no lo veas. Comerla igual puede causar problemas de salud, desde malestares estomacales hasta alergias o intoxicaciones, porque algunos hongos producen toxinas peligrosas.
¿Y en frutas duras? Por ejemplo, en manzanas o peras el moho avanza más lento, pero igual es mejor no arriesgarse. La recomendación general de expertos en seguridad alimentaria es siempre tirar la fruta entera si tiene moho, para evitar cualquier riesgo.
Ahora, ¿cómo evitar que la fruta se ponga con moho en la heladera? Primero, no laves la fruta antes de guardarla; el exceso de humedad ayuda al moho a crecer. Guardá la fruta en lugares frescos y secos dentro de la heladera, preferiblemente en recipientes limpios y separados de otros alimentos, especialmente carnes crudas. Revisá seguido las frutas y sacá rápido las que empiecen a estar feas.
También es buena idea comprar solo lo que vas a consumir en pocos días para no acumular fruta que pueda dañarse y contagiar el moho a las demás. Un consejo extra: usá bolsas de papel en lugar de plásticos para que circule mejor el aire y no quede humedad atrapada.
En resumen, el moho en la fruta no es solo un problema de apariencia: es un riesgo real. Evitar el error común de “solo cortar la parte mala” puede cuidar tu salud y ahorrar disgustos. Ahora que sabés por qué se forma, cómo detectarlo y qué hacer para prevenirlo, podés mantener la heladera con frutas frescas y seguras para vos y tu familia.