

Algo grande está pasando con el control de alimentos en Argentina, pero pocos saben exactamente qué significa. ¿Se termina un organismo clave? ¿Qué pasa con el Código Alimentario Argentino? ¿Esto afecta lo que comemos todos los días? Si tenés estas dudas, seguí leyendo: te contamos todo en menos de 500 palabras y sin vueltas.
El Gobierno Nacional decidió eliminar la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) y avanzar con una actualización del Código Alimentario Argentino. La medida fue oficializada con el decreto 538/25 y busca, según explicaron, hacer más simple y rápido el sistema de control.
El que explicó todo fue el ministro de Salud, Mario Lugones, quien celebró el cambio y apuntó contra las estructuras viejas que, según él, solo trababan decisiones importantes. “Terminamos con trabas inútiles. Ahora todo será más ágil y con evidencia científica”, dijo.
Pero, ¿quién se va a encargar ahora de controlar que lo que comemos sea seguro? Acá está el dato clave: la ANMAT, a través del INAL, junto con el Senasa, van a ser los nuevos responsables directos. Sin intermediarios. Sin estructuras lentas. Solo ellos dos al frente.
Desde el Ministerio aseguran que esto va a traer más digitalización, más trazabilidad y algo que suena fuerte: plazos de solo 15 días para resolver trámites que antes podían tardar meses. Según Lugones, esto significa un cambio concreto en cómo se aprueban y controlan los productos que llegan a tu mesa.
Además, se plantea una revisión profunda del Código Alimentario Argentino, que hasta ahora necesitaba pasar por una comisión con representación federal. Con esta nueva forma, las decisiones se tomarán directamente desde los organismos técnicos, apuntando a reglas claras y más transparentes.
“Esto no es solo una modernización burocrática. Es una forma de garantizar alimentos seguros para todos”, remarcó el ministro en sus redes sociales.
Se eliminó la CONAL.
Se actualiza el Código Alimentario Argentino.
ANMAT (con el INAL) y SENASA pasan a tener el control directo.
Se promete más velocidad, tecnología y transparencia en los procesos.
Ahora que sabés todo esto, la próxima vez que veas un producto en la góndola, vas a saber que hay un nuevo sistema detrás, que promete ser más ágil y confiable. ¿Funcionará? El tiempo lo dirá. Pero los cambios ya están en marcha.