

¿Alguna vez escuchaste que el agua más pura es la mejor para tu salud? Suena lógico, ¿no? Pero lo que muchos no saben es que esa “pureza” puede ser inadecuada… incluso peligrosa. Acá te contamos por qué no tomar agua ultrapura podría ser una mejor decisión para vos.
Cuando hablamos de agua pura en el día a día, la mayoría piensa en agua sin mugre ni gérmenes. Pero en química, "agua pura" significa H₂O sin absolutamente nada más: ni minerales, ni gases, ni bacterias. Y esa agua solo existe en laboratorios, bajo condiciones súper controladas.
La profesora May Nyman, química de la Universidad Estatal de Oregón, lo explicó clarito: el agua pura no se puede mantener pura por mucho tiempo, porque es tan reactiva que absorbe todo lo que tiene cerca. Su estructura polar la convierte en un imán de iones, o sea, de otras sustancias.
El agua ultrapura es tan limpia que se usa solo en laboratorios. Hay tres tipos:
Tipo I: la más pura, se usa en análisis súper precisos.
Tipo II: para trabajos clínicos.
Tipo III: para limpiar equipos.
No es para consumo humano. ¿Por qué? Porque no tiene minerales ni sales que tu cuerpo necesita. De hecho, si tomás agua así, puede afectar el equilibrio de electrolitos en tu cuerpo. Por eso, es una agua inadecuada para beber.
En los 90 se decía que el agua del Lago Baikal en Rusia era tan pura que podía derretir un vaso. Era una exageración, pero tenía algo de verdad. May Nyman explicó que el agua ultrapura puede llegar a corroer materiales como vidrio o metal, porque “chupa” lo que encuentra. Esa capacidad reactiva es justo lo que la hace peligrosa fuera del laboratorio.
Mucha gente cree que el agua embotellada es más sana, pero en muchos países desarrollados, el agua del grifo tiene más controles. Lo que cambia es el marketing, el sabor, y la desconfianza que algunos tienen hacia lo público.
Y hay otro punto clave: el impacto ambiental. Se compran más de un millón de botellas por minuto en el mundo, según la ONU, y muchas no se reciclan. Además, hacer una botella gasta más agua de la que contiene. Literal.
La mejor opción, si vivís en una zona con buena infraestructura, es el agua del grifo o filtrada. Es segura, tiene minerales necesarios y no genera residuos. Comprar agua que dice ser “pura” o “especial” no solo es caro, sino que muchas veces no tiene ningún beneficio real. Al contrario: el exceso de pureza puede ser inadecuado.
No te dejes llevar por el mito. El agua ultrapura no es para vos. Es para máquinas, no para personas. Elegí agua segura, no “perfecta”.