

Esa es la pregunta que se hacen muchos. Y ojo, no hablamos solo del clásico “té con limón cuando estás engripad@”, sino de la costumbre diaria de tomarse una taza de esta bebida milenaria. ¿Tiene beneficios reales o es más un hábito cultural que otra cosa? Acá te contamos lo que dicen las investigaciones, sin vueltas.
El té que conocés viene de la planta Camellia sinensis, de ahí salen las variantes más populares: verde, negro y blanco. Todas tienen compuestos naturales —como flavonoides y catequinas— que actúan como antioxidantes y antiinflamatorios. Pero hay diferencias según el tipo y cómo lo tomás.
Tomar té todos los días puede traer varios beneficios si lo hacés con constancia y sin azúcar agregada. Según estudios de la North Dakota State University y la Clínica Cleveland, algunos de los efectos positivos más destacados son:
Menor riesgo de enfermedades del corazón
Mejor control del azúcar en sangre
Protección cerebral contra el deterioro cognitivo
Ayuda para mantener el peso corporal
Estos efectos se potencian si el consumo es diario. Eso sí, no hay que exagerar: tomarlo en exceso puede traer problemas, sobre todo por la cafeína y su efecto sobre el hierro o algunos medicamentos.
Té verde: es el más famoso por sus beneficios. Mejora la memoria, baja el colesterol malo y ayuda a prevenir ACV. Tiene un antioxidante llamado EGCG que es una bomba contra la inflamación.
Té negro: más intenso en sabor, ayuda al corazón y también a controlar el azúcar. Tiene compuestos como theaflavinas que refuerzan el sistema inmune.
Té blanco: menos procesado, más suave y con menos cafeína. Ideal si buscás algo más liviano. Ayuda a reducir el estrés oxidativo.
Aunque no vienen de la Camellia sinensis, también suman:
Jengibre: alivia dolores, náuseas y fortalece defensas.
Manzanilla: relaja, mejora el sueño y ayuda al sistema inmune.
Hibiscus: baja la presión, el colesterol y refresca como loco.
Ojo, estas infusiones tienen sus propias reglas y no reemplazan al té tradicional.
Sí, tomar té todos los días puede ser una gran elección para tu salud, siempre que lo hagas con moderación. No es mágico, pero puede ser parte de un estilo de vida más sano. Eso sí, si estás tomando medicamentos, consultá con un profesional.