

La expedición Talud Continental IV finalizó el domingo 10 de agosto con una última inmersión del robot submarino ROV SuBastian, que alcanzó los 3.900 metros de profundidad. Desde allí, un cartel con la frase “¡Gracias por el apoyo!” marcó el cierre de una misión que combinó investigación de vanguardia, cooperación internacional y divulgación científica en tiempo real.
Durante 20 días, más de 30 especialistas argentinos —junto a técnicos y becarios— trabajaron a bordo del buque Falkor (too) explorando el cañón Mar del Plata, a 300 kilómetros de la costa bonaerense, donde confluyen las corrientes de Brasil y Malvinas. Con imágenes de alta resolución, registraron ecosistemas desconocidos y especies nunca antes vistas en aguas nacionales, como el pulpo “Dumbo”, el pepino de mar “batatita” o la estrella de mar “culona”, además de moluscos, crustáceos y medusas aún sin identificar.
El operativo incluyó la recolección de muestras biológicas y geológicas, estudios de ADN ambiental, dinámica de sedimentos y presencia de microplásticos. Todo el material se volcará en repositorios científicos abiertos y se adaptará a contenidos educativos para escuelas y universidades.
La transmisión, que llegó a más de 70.000 espectadores simultáneos en YouTube, permitió que el público viviera cada hallazgo junto al equipo científico, generando un inédito fenómeno social y reforzando la conciencia sobre la biodiversidad y la conservación del Atlántico Sur.
“Fue un trabajo colectivo que tomó mucho tiempo. Aprendimos con cada pregunta que nos hicieron”, destacó la bióloga Noelia Sánchez. El jefe científico, Daniel Lauretta, celebró el impacto logrado y anticipó que el Falkor (too) continuará su labor en Uruguay a partir del 20 de agosto, para luego regresar a Argentina y explorar nuevos cañones submarinos entre septiembre y octubre.
El cartel de agradecimiento sumergido bajo el mar sintetizó el espíritu de la misión: ciencia abierta, colaboración internacional y compromiso con la educación y la protección de los ecosistemas marinos.