jueves 14 de agosto de 2025 - Edición Nº5252

Información General | 13 Aug

¿Puede cambiar tu ritmo al caminar la presión arterial y evitar un ACV?

¿Sabías que no solo la cantidad, sino el ritmo al caminar puede ser clave para cuidar tu corazón? Este dato puede cambiar la manera en que pensás la caminata diaria, sobre todo si tenés presión arterial alta.


¿Sabías que no solo la cantidad, sino el ritmo al caminar puede ser clave para cuidar tu corazón? Este dato puede cambiar la manera en que pensás la caminata diaria, sobre todo si tenés presión arterial alta. Pero ¿qué dice la ciencia y cómo podés usarlo para reducir riesgo de problemas graves como un ACV o un infarto?

Un estudio reciente publicado en la European Journal of Preventive Cardiology revela que sumar más pasos y acelerar el paso podría reducir el riesgo de problemas cardiacos asociados con la hipertensión. Pero no hace falta ser atleta para beneficiarte. ¿Querés saber cómo?

El poder de caminar: una estrategia para enfrentar la fragilidad en las  personas mayores - MICARE

Los investigadores, liderados por Emmanuel Stamatakis, analizaron a más de 32.000 personas con presión alta. A todas les midieron la distancia y velocidad al caminar usando un dispositivo de muñeca durante una semana y las siguieron durante casi ocho años para ver quiénes desarrollaban problemas del corazón o sufrían ACV.

Los resultados fueron claros: por cada 1.000 pasos extra que daban al día, el riesgo de sufrir un evento cardíaco bajaba un 17%. Pero hay más: caminar con un ritmo promedio de casi 80 pasos por minuto reducía ese riesgo un 30%. Es decir, acelerar un poco el paso puede marcar una gran diferencia.

En concreto, estos fueron los beneficios para quienes aumentaron sus pasos y ritmo:

  • Un 17% menos de riesgo general de problemas cardiacos.

  • Un 22% menos de insuficiencia cardíaca.

  • Un 9% menos de ataques cardiacos.

  • Un 24% menos de accidentes cerebrovasculares (ACV).

Lo bueno es que no encontraron que acelerar el ritmo traiga algún daño; al contrario, cuanto más rápido caminaban, mejor era la salud cardiovascular. Esto abre la puerta a que quienes tienen presión alta puedan usar la caminata no solo como ejercicio, sino como una estrategia real para reducir riesgo.

Además, analizaron a 37.000 personas sin hipertensión y vieron que sumar pasos y ritmo también les daba beneficios similares. O sea que andar más y más rápido no es solo para los que tienen problemas, sino para cualquiera que quiera cuidar su corazón.

En resumen, no hace falta esperar a que la presión arterial se dispare para actuar. Incorporar caminatas diarias, sumar pasos y mejorar el ritmo puede ser una forma sencilla y accesible de reducir riesgo de ACV y otros problemas cardiacos.

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