jueves 14 de agosto de 2025 - Edición Nº5252

Información General | 13 Aug

Dieta arcoíris: cómo los colores en tu plato pueden cuidar tu intestino y tu salud

Imaginate que tu plato no solo te llene la panza, sino que también le mande señales positivas a tu intestino, a tu cerebro y hasta a tu estado de ánimo.


Imaginate que tu plato no solo te llene la panza, sino que también le mande señales positivas a tu intestino, a tu cerebro y hasta a tu estado de ánimo. Ese es el gancho de la dieta arcoíris, una forma de comer que no se queda en lo lindo de los colores: la ciencia dice que puede marcar la diferencia en tu salud integral.

La idea es simple: sumar a tu día alimentos vegetales de todos los colores posibles. Cada tono trae compuestos únicos que ayudan a distintas partes del cuerpo. El American Gut Project, el estudio ciudadano más grande sobre microbiota humana, encontró que quienes comen más variedad de plantas de distintos colores tienen una flora intestinal más diversa. Y eso significa mejores defensas, menos inflamación y hasta mejoras en la memoria y el ánimo.

Dieta del arcoíris: Qué es y por qué es buena para la salud | GQ

Pero la dieta arcoíris no se limita al intestino. La variedad de pigmentos vegetales influye en cómo se comunican tu intestino y tu cerebro, fortaleciendo tu sistema inmune y ayudando a mantenerte más enfocado y equilibrado. Nutricionistas sugieren un objetivo claro: sumar al menos 30 tipos distintos de alimentos vegetales por semana. No se trata solo de frutas y verduras, también cuentan legumbres, cereales integrales, semillas, hierbas y especias.

Los beneficios cambian según el color:

  • Rojo: tomate, sandía, cerezas o morrones aportan antioxidantes que cuidan el corazón y protegen el ADN.

  • Naranja: zanahoria, boniato y calabaza tienen betacaroteno para la vista y el sistema inmune.

  • Amarillo: banana, choclo y piña mejoran la memoria y ayudan a la digestión.

  • Verde: espinaca, brócoli y rúcula aportan minerales y fibra que nutren bacterias buenas del intestino.

  • Azul y violeta: arándanos, berenjena o aceitunas negras protegen el cerebro y mejoran la memoria.

Deanna M. Minich, especialista en el tema, remarca que los alimentos de temporada potencian todavía más el efecto, porque sus compuestos pueden “sincronizar” funciones del cuerpo con la estación del año.

Y acá está la parte clave: no hace falta seguir un plan estricto ni contar calorías. La magia está en la alimentación variada y consciente. Cuantos más colores sumes y más frescos y de estación sean los alimentos, más completo va a ser el impacto en tu organismo.

Al final, la dieta arcoíris es mucho más que un plato lindo para Instagram. Es una herramienta sencilla para fortalecer el intestino, cuidar tu cerebro y mantenerte activo y saludable con el paso de los años. La próxima vez que armes tu plato, miralo como si fuera una paleta de pintor: cuántos más colores, mejor para vos. Porque en este caso, comer con los ojos es la mejor inversión para tu cuerpo y tu mente.

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