

¿Te imaginás disfrutar de una pizza deliciosa, sin sentir culpa y sin usar harina? La pizza de avena es la alternativa que estaba esperando tu cuerpo y tu paladar, y lo mejor: se puede hacer en sartén, lista en menos de 15 minutos. Pero no es solo rapidez: esta versión más saludable tiene beneficios que quizás no conocías y que la convierten en una opción ideal para toda la familia.
La masa de avena reemplaza a la tradicional de trigo y aporta nutrientes que hacen bien a tu organismo. Algunos de sus beneficios son:
Más fibra: ayuda al tránsito intestinal y mantiene la sensación de saciedad por más tiempo.
Menor índice glucémico: la avena libera glucosa de forma gradual, ideal para controlar los niveles de azúcar.
Proteínas vegetales: contribuye a la reparación y desarrollo de tejidos.
Menos calorías: sustituir harina refinada por avena reduce el aporte calórico de la base.
Apto para intolerancia al trigo: si la avena es certificada sin gluten, es perfecta para celíacos o quienes evitan el trigo.
Vitaminas y minerales: hierro, magnesio, vitaminas del grupo B y antioxidantes que favorecen la salud general.
Con todos estos beneficios, la pizza de avena no solo es rica, sino que también cuida tu cuerpo.
Ingredientes:
1 taza de avena en hojuelas o molida
1 huevo
1/3 taza de leche (puede ser vegetal)
1 pizca de sal
1/2 cucharadita de polvo para hornear
2 cucharadas de salsa de tomate natural
Queso rallado al gusto
Ingredientes a elección: jamón, tomate, champiñones, aceitunas, pimientos, etc.
Orégano seco
Preparación:
Colocá la avena en un recipiente y, si querés una base más fina, podés molerla en licuadora.
Sumá huevo, leche, sal y polvo para hornear. Mezclá hasta formar una masa homogénea y algo espesa.
Calentá una sartén antiadherente a fuego medio y agregá una gota de aceite.
Verté la mezcla y extendé formando un círculo uniforme del grosor que prefieras.
Cociná 3-4 minutos hasta que la base esté firme y se pueda despegar.
Dala vuelta y cociná 2 minutos más.
Untá salsa de tomate, agregá queso y tus ingredientes favoritos.
Tapá la sartén y cociná 3-5 minutos más hasta que el queso funda.
Retirá del fuego, espolvoreá orégano y serví caliente.
Para que la receta sea realmente más saludable, combiná la pizza con verduras frescas y quesos bajos en grasa. Así podés disfrutar de un clásico reinventado, sin culpa y con todo el sabor.