

¿Alguna vez te preguntaste cómo un plato tan simple puede volverse el favorito de todos en casa? Los morrones rellenos con carne picada son justo eso: fáciles, sabrosos y perfectos para cualquier día de la semana. En esta nota vas a descubrir cómo preparar esta receta tradicional sin complicarte y por qué siempre quedan tan ricos.
Los morrones rellenos forman parte del recetario clásico de muchas familias españolas. La clave de su popularidad está en la combinación de sabor y simplicidad. Se pueden servir como plato principal en una comida familiar o como un entrante especial. Además, es una preparación ideal para aprovechar restos de verduras o carnes que tengas por la nevera, evitando desperdicios y sumando sabor.
Para empezar, podés usar morrones frescos o pimientos del piquillo ya listos. Los frescos se pueden hornear previamente si querés que queden más blandos, o rellenarlos directamente si querés que mantengan firmeza. Y el color… lo elegís vos: rojo, verde o amarillo, según te guste más.
El relleno es sencillo pero lleno de sabor. La carne picada puede ser de ternera, cerdo, una mezcla de ambas o incluso pollo desmenuzado. Lo importante es darle un buen sofrito con cebolla y ajo. Después, se mezcla con miga de pan remojada en leche y huevo para que quede compacto. Una salsa casera a base de verduras, caldo, vino y puré de tomate une todo y convierte los morrones rellenos en un plato delicioso y jugoso.
Receta de morrones rellenos de carne – paso a paso
Preparar la salsa: rehogá cebolla, zanahoria y perejil picados en aceite hasta dorar. Sumá pimiento choricero remojado y dos cucharadas de harina. Incorporá caldo, vino blanco y puré de tomate. Cociná a fuego suave.
Preparar el relleno: picá cebolla, ajo y perejil; remojá la miga de pan. Sofreí la cebolla y el ajo, agregá las carnes picadas, la miga escurrida, sal y pimienta. Retirá del fuego y mezclá con yemas de huevo y perejil hasta formar una masa homogénea.
Rellenar los morrones: limpiá los pimientos, retirando pepitas. Rellenalos con cuidado y colocalos en una cazuela. Cubrí con la salsa y cociná a fuego bajo unos 20 minutos, moviendo suavemente para que no se peguen.
Serví caliente, decorando con perejil fresco picado.
Esta receta sencilla rinde cuatro porciones, cada una con aproximadamente 270 kcal, 14 g de proteínas y 12 g de grasas. Podés conservarla en la nevera hasta dos días o congelarla por un mes.
Si querés que tus comidas tengan sabor de hogar sin pasar horas en la cocina, los morrones rellenos son la solución perfecta. Y lo mejor: una vez que los pruebes, seguro vas a querer repetirlos la semana que viene…