

¿Sabías que uno de los platos más pedidos en los restaurantes chinos de La Plata tiene un truco que pocos cuentan? Ese pollo en salsa de almendras que siempre llega humeante a la mesa no solo es un clásico de la gastronomía asiática, sino que también es muy fácil de preparar en casa si seguís un par de pasos clave. Y lo mejor: podés lograr ese sabor intenso y la textura crujiente sin gastar una fortuna.
Este plato combina pollo tierno, verduras frescas y almendras tostadas, todo envuelto en una salsa con el equilibrio justo entre dulce y salado. La receta viene de la cocina china tradicional, pero con variantes según la región. En China suele servirse con arroz blanco o fideos, aunque en Argentina muchos lo acompañan con arroz salteado.
Vas a necesitar:
500 g de pechuga de pollo en cubos
100 g de almendras peladas
1 cebolla en trozos grandes
1 zanahoria en rodajas finas
1 pimiento verde en cubos
2 dientes de ajo picados
1 cucharadita de jengibre rallado
4 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de salsa de ostras (opcional)
1 cucharada de azúcar moreno
1 cucharada de maicena disuelta en 125 ml de caldo de pollo
Aceite de girasol o sésamo
Sal y pimienta
Preparación:
Mariná el pollo con 2 cucharadas de salsa de soja, jengibre y sal. Guardalo en la heladera 30 minutos.
Tostá las almendras en una sartén sin aceite y reservá.
Salteá cebolla, zanahoria y pimiento en un wok con aceite. Sumá el ajo y cociná un minuto más. Retirá.
Dorá el pollo en la misma sartén.
Mezclá la salsa de soja restante, salsa de ostras, azúcar y maicena con caldo.
Volvé a incorporar verduras y almendras al wok. Sumá la salsa y cociná hasta que espese.
Probá y ajustá sal, pimienta o un toque picante.
Tiempo total: 1 hora
Porciones: 4
Conservación: hasta 3 días en heladera o 2 meses congelado (sumale un poco de caldo al recalentar).
Valor nutricional por porción: aprox. 360 kcal, 32 g de proteínas, 17 g de grasas, 14 g de carbohidratos.
El secreto para que quede igual que en el restaurante está en no sobrecocinar las verduras y en tostar bien las almendras para que suelten aroma. Si seguís estos pasos, vas a sorprender a todos en casa con un plato digno de un menú asiático profesional… pero hecho en tu cocina.